Los ADRs rebotaron hasta 3,3% en la apertura pero moderaron ganancias con el correr de la rueda, mientras los bonos en dólares operaron mixtos pese al impulso inicial que llegó desde Washington y del Palacio de Hacienda. A nivel local, los títulos retrocedieron hasta 2,1% —con el Global 2041 entre los más castigados— y el riesgo país se mantuvo por encima de los 1.000 puntos básicos, tras cerrar el lunes en 1.048 pb.
El giro de humor vino después de un nuevo mensaje del secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, quien aseguró en X que la administración de Donald Trump trabajaba para “estabilizar y asegurar el Hemisferio Occidental”, al tiempo que se firmó un “acuerdo estabilización económica” con el Banco Central. “Nuestro acuerdo de estabilización es un puente hacia un futuro económico mejor para Argentina, no un rescate”, añadió. En paralelo, el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, anunció el inicio de tratativas para recomprar deuda soberana, una canasta que el mercado estimó en u$s16.300 millones.
La volatilidad, sin embargo, no cedió. “Si bien los bonos arrancaron más firmes por la mañana, en la jornada prevalece la cautela entre los operadores, ya vista en las ruedas anteriores”, señaló el economista Gustavo Ber. La dolarización de carteras dominó la escena a días de los comicios legislativos, donde el oficialismo buscaba sumar bancas en un Congreso que hoy lo deja en minoría.
Para las consultoras, el apoyo explícito de Estados Unidos “sirvió para calmar a los mercados y alejar temporalmente las dudas sobre sostenibilidad del programa económico, pero la marcha de la actividad económica parece haber quedado ligada al resultado electoral que obtenga el Gobierno en octubre”, evaluó Orlando Ferreres & Asociados. Con anuncios que no despejaron las fragilidades de fondo —reservas, financiamiento y recesión—, la rueda cerró con señales cruzadas y una lectura de cautela: sin certidumbre política, el rebote financiero lució frágil.