La Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) presentó la primera edición del Índice de Riesgo Político (IRP), que
en su debut alcanzó los 8,3 puntos y ubicó al país dentro de la zona de riesgo. El informe advierte que el nivel refleja
tensiones crecientes en los frentes social y financiero, en un contexto de deterioro económico y pérdida de confianza institucional.
En el plano social, el IRP registró un incremento de la pobreza y el desempleo, acompañado por la caída del poder adquisitivo y un menor consumo. Este escenario, según los especialistas, se traduce en un creciente descontento social expresado en protestas y en el desgaste de la confianza hacia las instituciones políticas.
En el frente financiero, el informe destaca la incertidumbre cambiaria, la volatilidad del dólar y la pérdida de reservas internacionales como los factores que más influyeron en la percepción de vulnerabilidad. A ello se suma la falta de acceso al crédito externo y la persistencia de una brecha cambiaria que agrava el panorama.
El estudio, elaborado junto al Centro de Innovación de los Trabajadores (CITRA-Conicet), busca medir mensualmente la estabilidad política a partir de variables económicas, sociales, fiscales y financieras. El presidente del Consejo Académico de la UMET, Nicolás Trotta, subrayó que el IRP “permite anticipar escenarios críticos y orientar decisiones en momentos como el que estamos viviendo, donde la política y la economía se entrelazan con gran volatilidad”.