El presidente Javier Milei aprovechó su intervención en la 67° Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur y Estados Asociados, en Foz de Iguazú, para arremeter contra la organización del bloque, sobre el cual consideró que necesita una "reforma institucional integral que reduzca el costo económico del Mercosur” bajo el pretexto de que “ninguno de sus objetivos se cumplió”.
Durante su exposición, el mandatario sostuvo que el Mercosur se desvió de su razón de ser y cuestionó la falta de resultados concretos al sostener que “no hay mercado común, no hay libre circulación efectiva, no hay coordinación macroeconómica, no hay armonización normativa real”. Además, lo acusó de mantener “una burocracia sobredimensionada e ineficaz que se expandió sobre sí misma”.
En esa línea, Milei insistió en la necesidad de revisar el esquema arancelario y la lógica interna del bloque al señalar que “la región necesita un arancel moderno, simple, competitivo y alineado con la práctica de los bloques dinámicos del siglo XXI”, y remarcó que “la integración debe estar al servicio del comercio, no de la burocracia”.
El Presidente también se refirió al potencial económico de los países miembros y afirmó que, pese a contar con recursos estratégicos, desde el Mercosur no se logró "convertirlos en riqueza”, por lo que reclamó “dejar de poner obstáculos internos” y avanzar en “la coordinación energética, la articulación de cadenas de valor y la reducción de barreras reales”.
En el tramo final de su discurso, Milei endureció su posición sobre Venezuela al celebrar "la presión de los Estados Unidos y Donald Trump para liberar al pueblo venezolano”. En esa línea, calificó al gobierno de Nicolás Maduro como “la dictadura atroz e inhumana del narcoterrorista”.
Antes de comenzar, la prensa no dejó pasar el frío saludo entre Milei y el anfitrión brasileño, Lula da Silva, durante la foto oficial, dos de los miembros que más diferencias presenta dentro del bloque, incluyendo la postura en torno al acuerdo comercial con la Unión Europea.