La Justicia tucumana le ordenó ayer a la
Junta Electoral Provincial (JEP)
que no proclame un ganador de los comicios del pasado 23 de agosto, que quedaron envueltos en un tira y afloje por parte de oficialismo y oposición, en medio de denuncias de fraude.
Por otro lado
también se establece que después de terminar el escrutinio definitivo las urnas y los votos sean preservados como pruebas hasta tanto se resuelva el juicio que inició el Acuerdo para el Bicentenario (APB), la fuerza que llevó como candidato al radical José Cano, para solicitar que se declare nula la elección por un supuesto fraude.
El secretario de la JEP,
Darío Almaraz, explicó que, en cumplimiento del fallo,
"la JEP proseguirá con el escrutinio final hasta completarlo, pero no va a proclamar a un ganador, sino que se limitará a comunicar los resultados de la elección a los partidos políticos y a la opinión pública".
Por su parte, Cano y su compañero de fórmula, Domingo Amaya, presentaron un recurso de amparo en el que solicitaron que se anulen las elecciones y se llame a una nueva votación en octubre.