Según aseguró el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, en distintos diálogos con distintos integrantes del sector, desde mediados de año los usuarios del transporte público de colectivos y trenes de la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano empezarán a recibir directamente los subsidios que actualmente van para las empresas.
Así, según explica el periodista Martín Bidegaray en Clarín, esta decisión entraría en las primeras medidas del macrismo para cambiar la administración de los subsidios. El año pasado, el Estado repartió cerca de $130.000 millones para mantener las tarifas de la luz y el gas, mientras que otros $70.000 millones fueron para sostener el precio de los pasajes de colectivos y trenes (sin contar la inversión en formaciones y vías).
"Vamos a lograr que el subsidio se direccione en mayor parte a la gente. Son evoluciones que tiene el sistema. No nos parece lo más atractivo que todo el subsidio (para el transporte) vaya a las empresas", explica Dietrich a sus cercanos, según informa Clarín.
Esas transferencias de dinero estarán basadas en los datos que brinda la tarjeta SUBE. Así, los pasajeros que usan la tarjeta SUBE pero no la tienen registrada no podrán disponer de estos beneficios. Según la anterior gestión de Florencio Randazzo, la totalidad de los pasajes en los colectivos cuestan $10, mientras que los usuarios pagan entre $3 y $4, y la diferencia se la abona el Gobierno a las empresas.
Asimismo, Dietrich planea la implementación de una tarifa multimodal plana, que planea tener lista en 2017. Esto permitiría que con un solo boleto, el pasajero puede usar distintos medios de transporte durante cierta cantidad de tiempo.
"Uno de cada tres viajes tiene transbordo. La gente hace viajes largos, porque los elige pensando en cuánto le salen. Esto es ineficiente desde el punto de vista del uso del tiempo y aprovechamiento de recursos", plantea Dietrich.
Finalmente, según la nota de Clarín, Dietrich sostiene que el Estado debe subsidiar el transporte público. Sin embargo, planea hacerlos más eficientes y que los usuarios paguen un poco más del porcentaje total del boleto. Actualmente, el Estado paga entre el 60% del costo (en subtes porteños, por ejemplo) al 80% (en trenes metropolitanos) de los pasajes. A mediano plazo, los economistas de Cambiemos pretenden que los pasajeros tendrán que solventar como mínimo un 30% del valor de los boletos.
