31.08.2016 / Polémico

El Gobierno de Macri avaló "el proceso institucional" que terminó con la destitución de Dilma Rousseff

Mientras que casi toda la región rechazó la remoción de la ex mandataria brasileña, el gobierno argentino respaldó el hecho al señalar que "respeta el proceso institucional verificado" en Brasil y expresó "su deseo de continuar trabajando" con las nuevas autoridades.



A través de un comunicado de Cancillería, el Gobierno de Mauricio Macri apoyó el ampliamente cuestionado proceso de impeachment que terminó con la presidencia de Dilma Rousseff en Brasil

"Ante los sucesos registrados el día de hoy en Brasil, el Gobierno argentino manifiesta que respeta el proceso institucional verificado en el hermano país y reafirma su voluntad de continuar por el camino de una real y efectiva integración en el marco del absoluto respeto por los derechos humanos, las instituciones democráticas y el derecho internacional", manifestó el gobierno nacional en el texto titulado "Proceso institucional en Brasil".

A contramano de la posición de rechazo a la destitución de Rousseff por parte de Bolivia, Ecuador, Venezuela, Nicaragua y Cuba, Argentina manifestó su "voluntad" de "seguir trabajando en una real y efectiva integración" bilateral "en el marco del absoluto respeto por los derechos humanos, las instituciones democráticas y el derecho internacional".

A pesar de las continuas opiniones del presidente Mauricio Macri y otros funcionarios oficialistas sobre la situación de Venezuela, en este caso el gobierno argentino insistió en su postura de "no inmiscuirse en temas internos" pero apoyar el "proceso institucional" dentro de las reglas legales del país vecino, expresada meses atrás cuando comenzó el proceso de "impeachment" contra la ahora ex presidenta por el PT.

Por el contrario, Venezuela, Bolivia y Ecuador encabezaron fuertes repudios contra lo que consideraron un "golpe parlamentario" y decidieron retirar a sus embajadores de Brasil

"El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, en resguardo de la legalidad internacional y solidaria con el pueblo de Brasil, ha decidido retirar definitivamente a su Embajador en la República Federativa de Brasil, y congelar las relaciones políticas y diplomáticas con el gobierno surgido de este golpe parlamentario", opinó la cancillería venezolana.

Desde Ecuador indicaron que se trata de una "flagrante subversión del orden democrático en Brasil, que considera un golpe de Estado solapado. Políticos adversarios y otras fuerzas de oposición se confabularon contra la democracia para desestabilizar al Gobierno y remover de su cargo de forma ilegítima a la presidenta".

"Condenamos el golpe parlamentario contra la democracia brasileña. Acompañamos a Dilma, Lula y su pueblo en esta hora difícil", afirmó el presidente de Bolivia, Evo Morales, en su cuenta de Twitter.

Por su parte,  el gobierno cubano rechazó “enérgicamente el golpe de estado parlamentario-judicial que se ha consumado” en Brasil, mientras que en el ámbito de la OEA Nicaragua señaló que "las fuerzas regresivas del hemisferio siguen trabajando para provocar golpes de Estado en contra de los gobiernos progresistas de la región".