
Algunos integrantes del equipo del presidente Mauricio Macri comenzaron a expresar su malestar respecto de algunas cuestiones del "retiro espiritual" que comparten en Chapadmalal. Es el caso de la ministra de Seguridad,
Patricia Bullrich, que se mostró enojada por tener que compartir casa con sus colegas mujeres del Gabinete,
Susana Malcorra (Cancillería) y
Carolina Stanley (Desarrollo Social), al señalar que esperaba algo
“más moderno”.
“La verdad que Cambiemos no cambió tanto, porque puso los nenes con los nenes y las nenas con las nenas. A mí me tocó Stanley y Malcorra. Me hubiera gustado algo más original y moderno, pero bueno…”, lamentó la funcionaria ante risas y caras de sorpresa durante una conferencia de prensa que compartió con el titular de Hacienda, Alfonso Prat-Gay; y de Interior, Rogelio Frigerio.
Este último, por su parte, explicó que
"esta modalidad de retiro no es nueva, porque el presidente Macri lo implementaba desde su gestión como jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma, y es para evaluar lo que se cumplió en el año y la proyección para el año entrante".
Prat-Gay reveló que, en su caso, se aloja con Hernán Lombardi, el titular de Medios Públicos, pero aclaró que están "en piezas separadas", por lo cual desconoce "si ronca”.
Macri, en tanto, comparte bungalow con su jefe de Gabinete, Marcos Peña, y con el secretario general, Fernando de Andreis.
En medio de diversos índices económicos y sociales negativos, a pesar de los chiste, el objetivo del oficialismo es salir de la residencia oficial de Chapadmalal con 100 objetivos, repartidos en ocho ejes.