Alrededor de medio millón de personas se concentró ayer en Plaza de Mayo, copando las calles aledañas hasta el Congreso, para expresar un contundente rechazo al fallo que la Corte Suprema de Justicia emitió la semana pasada, aplicando el beneficio del 2x1 a un condenado por delitos de lesa humanidad. Pasadas las 7 de la tarde, ante el pedido de Madres y Abuelas desde el escenario, los cientos de miles de hombres y mujeres presentes levantaron en alto sus pañuelos blancos, en un claro y simbólico mensaje para exigir que no haya “ningún genocida suelto”.
Antes del ingreso de columnas de partidos políticos, sindicatos y organizaciones sociales, la Plaza ya estaba colmada por gente de a pie, que tuvo prioridad para entrar, tal como habían pedido los organismos de Derechos Humanos. Y las concentraciones se replicaron en distintos puntos del país. En Córdoba, por caso, también fue multitudinaria.
El Encuentro Memoria Verdad y Justicia –que integran el Serpaj, la Asociación de ex Detenidos y Desaparecidos, Ceprodh, Liberpueblo y distintas organizaciones sociales– llegó por Diagonal Norte, seguido por los partidos de izquierda, que habían decidido unirse a la marcha de ayer en lugar de hacer una propia hoy. El Frente para la Victoria y otros partidos ingresaron por Diagonal Sur, mientras que las organizaciones sociales, sindicales y estudiantiles lo hicieron por Avenida de Mayo.
A medida que Abuelas y Madres subían al escenario, la multitud les cantaba “Madres de la Plaza, el pueblo las abraza”. Junto a ellas, además de artistas, periodistas y científicos invitados, había miembros del CELS, de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, H.I.J.O.S. Capital, APDH, MEDH, Liga Argentina por los Derechos del Hombre, Fundación Memoria Histórica y Social Argentina, Asociación Buena Memoria, Comisión Memoria, Verdad y Justicia Zona Norte y Familiares y Compañeros de los 12 de la Santa Cruz.
“Esta vez no vamos a decir ‘gracias por acompañarnos’, porque todos los que estamos acá es porque repudiamos la decisión de la Corte. Estamos acá celebrando porque el pueblo unido jamás será vencido”, dijo Taty Almeida. Y agregó: “Los organismos de derechos humanos decimos nunca más a la impunidad, nunca más torturadores, violadores, apropiadores de niños. Nunca más privilegios para los criminales de lesa humanidad. Nunca más terrorismo de Estado. Nunca más genocidas sueltos. Nunca más el silencio. No queremos convivir con los asesinos más sangrientos de la historia”.
A su turno, y mientras se escuchaban silbidos cuando nombraba a los represores, la madre de Plaza de Mayo
Nora Cortiñas recordó que “la Corte pretende soltar a Jorge “Tigre” Acosta, el jefe del Grupo de Tareas de la ESMA, y a Alfredo Astiz”. Y continuó: “A Miguel Etchecolatz, asesino de la Noche de los Lápices y apuntado por la segunda desaparición de Jorge Julio López. A Von Wernich, asesino y nunca expulsado de la Iglesia”. Ellos, de hecho, ya pidieron formalmente ser beneficiados por la reducción de pena, a partir del precedente jurídico sentado por el escandaloso fallo de la Corte, cuyo efecto tambalea a partir de la aprobación –también ayer- en el Senado de la ley que frena la implementación del 2x1 a condenados por delitos de lesa humanidad.
“Las víctimas del terrorismo de Estado debimos esperar muchos años la respuesta del Poder Judicial. Este fallo es un indulto a la historia”, expresó luego Lita Boitano, de Familiares. Finalmente, la presidenta de Abuelas, Estela Carlotto, advirtió que “afortunadamente, la sociedad ha reaccionado con firmeza. Numerosos jueces han rechazado los pedidos de reducción de penas. Hoy los legisladores aprobaron una ley que busca frenar la aplicación del 2x1. Necesitamos que los representantes de los tres poderes escuchen el reclamo de esta Plaza y hagan las gestiones para dar vuelta este fallo antidemocrático y pro dictadura”.
