21.09.2018 / Adiós "libre flotación"

"Crawling peg", la estrategia kirchnerista que Macri piensa usar para contener al dólar

En el marco de la renegociación del pacto con el FMI y cuando la devaluación acumulada ya produjo graves consecuencias, el Gobierno abandonaría el plan Sturzenegger y Caputo aplicaría una suba progresiva y controlada de la divisa, para tenerlo entre los 32 y los $44. En condiciones diferentes, se trata de la política que aplicó Kicillof durante su gestión en Economía.



A pesar de los dardos que el ministro de Economía, Nicolás Dujovne, le tiró a su antecedesor Axel Kicillof por sus políticas que -según él- hubieran llevado a la Argentina "a terminar como Venezuela", curiosamente el equipo económico macrista negocia con el FMI implementar una estrategia kirchnerista para intentar contener al dólar y, de esa manera, poner un freno a la profunda crisis que atraviesa la administración Cambiemos

Como anticipó en primer término ámbito.com y luego generó diversas versiones periodísticas y de especialistas, el gobierno de Mauricio Macri y su diálogo con el Fondo tienen la mira en los mercados y para resolver la alta inflación, controlar el tipo de cambio y mediante eso intentar al menos la segunda mitad del año próximo frenar el desempleo, Luis Caputo, el titular del Banco Central, piensa en el "crawling peg" para anclar las expectativas.



Traducido habitualmente como "sistema de paridad móvil" o "minidevaluaciones gota a gota", se trata de una devaluación, pero no explosiva y con fuerte traslado a precios como viene pasándole al Ejecutivo, sino más bien progresiva y con el precio de la divisa controlado por el BCRA. El plan es formalizar el velorio a la "libre flotación" para darle nacimiento a una "flotación controlada", predeterminada y con la tasa de cambio conocida con anterioridad.

Este nuevo esquema de "bandas de flotación", tendría un "piso" para el precio del dólar que no debería ser inferior a los $32, con un "techo" que no superaría los $44. Técnicamente, el "crawling peg" implica una serie de devaluaciones progresivas que tratan de ubicarse por encima de la inflación, pero siempre evitando dar saltos bruscos en el valor de la divisa. Bajo este esquema, el tipo de cambio se va moviendo de acuerdo a una pauta que fije la entidad monetaria.

Tal como se mencionó previamente, la última vez que se utilizó este mecanismo en Argentina fue bajo la gestión económica del exministro y actual diputado nacional Kicillof. En ese entonces, con menos inflación pero más consumo y mayor poder adquisitivo, el gobierno kirchnerista buscaba compensar la pérdida de competitividad del dólar de los años previos, cuando la inflación y los sueldos le habían ganado por lejos a la suba de la divisa.

Según el mercado y su oscilante confianza en el Gobierno, el nivel del dólar parece suficiente para equilibrar los flujos externos y para que las reservas alcancen como back up para la base monetaria. El plan Caputo es que con sólo mantener la devaluación en línea con la inflación, podría estabilizarse el mercado cambiario sin perder competitividad y dando señales claras para la fijación de precios.

Uno de los defectos señalados, tal vez el principal, es cómo hacer para que los exportadores no retengan su liquidación, como pasaba durante el kirchnerismo y como le pasó al macrismo en las últimas semanas. Este punto débil tiene que ver con la expectativa de que, cuanto mayor es la demora, mayor cantidad de pesos van a obtener por esos dólares que van a vender.

En el Ejecutivo piensan que el resto de las variables macro deberían ir cediendo: tasa de interés, déficit fiscal, gasto público e inflación.

En cuanto a la economía real, que es la que termina pegando en la sociedad y luego en la política, el Gobierno también tiene un ojo en contener las presiones en materia salarial y de precios, también la inflación, y la consecuencia de todas estas, el desempleo. Nada nuevo: cerca de Macri vuelven a hablar de que es necesario llevar a cabo un acuerdo o esquema entre el Ejecutivo, empresarios y sindicatos para frenar la indexación de la economía ante la escalada del dólar.