24.10.2018 / Datos oficiales

Grave: la inflación de los alimentos para no ser indigente superó por más de dos puntos a la inflación general

Mientras en Diputados se vota un Presupuesto de fuerte ajuste para 2019, el INDEC informó que en septiembre la canasta básica alimentaria que determina el umbral de indigencia aumentó un 8,5%, dos puntos arriba de la suba general de precios. Una familia necesitó más de $23.700 para no ser pobre, es decir más de dos salarios mínimos.



Cuando parecía que la gravedad de la situación inflacionaria en la Argentina 2018 de Mauricio Macri no podía ser peor, el INDEC reconoció que en septiembre la inflación de los alimentos necesarios para no ser indigente aumentó un 8,5%, lo cual significa dos puntos arriba de la suba general de precios, que el organismo estimó en 6,5%.

Cuando la suba del promedio general de precios al consumidor en septiembre alcanzó un 6,5%, la canasta básica alimentaria que determina el umbral de indigencia se encareció 8,5% y la canasta básica total, que incluye el componente de los servicios esenciales, subió un 8,1%. 

En materia interanual, mientras que en los últimos 12 meses los precios en general subieron un 40.5%, en el caso de la canasta para no ser indigente la escalada fue de un 43,1% y en el de la necesaria para no ser pobre el aumento fue de un 46%.



El relevamiento del INDEC sobre la base de la Encuesta Permanente de Hogares urbanos determinó que en el último mes una familia tipo necesitó reunir ingresos por $9.059,51 para no ser calificado de indigente, es decir para comer lo mínimo necesario, y $22.558,17 para no caer debajo del umbral de pobreza.

Por el contrario, el Salario Mínimo Vital y Móvil que se acordó en la última reunión del Consejo del Salario subió en septiembre 7% a $10.700, lo que significa entre 1,1% y 1,5% por debajo del aumento de las Canastas Básica Alimentaria y la Canasta Básica Total, y se mantendrá en ese nivel hasta diciembre, cuando se incrementará 5,6%, a $11.300.

De ahí surge que la CBT para una familia tipo de 2 adultos y 2 menores requiere del ingreso de 2,1 Salario Mínimo Vital y Móvil, un 21% más que un año antes, cuando absorbía 1,74 veces ese ingreso de referencia que acumuló en los pasados 12 meses un ajuste de 20,8%, casi la mitad que la tasa de inflación.