El Gobierno del sur de la península coreana avanza en el cierre de la cesión sin cargo de una vieja fragata que pertenecía a la Armada de ese país pero fue desafectada hace cuatro años. Es el primer paso para afianzar la relación armamentista con Buenos Aires en búsqueda de atraer nuevos socios estatégicos en la región, siempre bajo el amparo de Estados Unidos.
Las negociaciones comenzaron hace unos meses entre el canciller argentino Jorge Faurie y el teniente coronel surcoreano Ho Lim en representación del Gobierno de Moon Jae-In para finalizar el trato con el ministro de Defensa Oscar Aguad.
Seúl pidió que Argentina se haga cargo de la inspección de la fragata y de los costros del traslado desde el puerto de Jinhae a Puerto Belgrano.
Se trata de una fragata ligera de 2.300 toneladas de desplazamiento con capacidad para misiones anti buque y antisubmarino, dotada de 2 lanzadores cuádruples de misiles Harpoon, tiene 103.7 metros de eslora, una velocidad máxima de 34 nudos (63 km/h) con una autonomía de 8.000 millas náuticas (15.000 km; 9.200 mi) a 16 nudos (30 km/h), la planta motriz es de dos turbinas de gas LM 2500 de General Electric (GE) y dos motores diesel (crucero) MTU 16V 538 TB82 en una configuración combinada de diesel o gas (CODOG).
De todos modos,
el buque que se recibirá conserva muy poco poder de fuego y por eso será destinado a tareas de vigilancia. Según especificó Ambito Finacniero,
llegará a la argentina con apenas dos cañones de 76 mm y cuatro de 30 mm, ya que anteriormente fueron quitados los lanzadores de misiles y sistemas asociados, al igual que los tubos lanzatorpedos.
Asimismo aseguran que se esta donación se trata de una punta de lanza para atraer a la Argentina, y que
desde Seúl ya preparan la venta de un escuadrón de cuatro aviones de ataque ligero caza FA-50 Golden Eagle a través de la empresa Korea Aerospace Industries (KAI).
