El 9 de junio se disputarán en
Jujuy las elecciones provinciales, adelantadas a las nacionales. Allí, el
actual binomio gobernante de Gerardo Morales-Carlos Haquim buscará su reelección. Sin embargo, cuando
el 11 de agosto se disputen a nivel presidencial las primarias y el 27 de octubre se lleven a cabo las generales -al menos- se generará una situación insólita, ya que el gobernador radical apoya que Mauricio Macri siga siendo Presidente mientras que su vice puso su aval en que sea Roberto Lavagna quien llegue a la Casa Rosada.
El apoyo de Morales a Macri es más que obvio: es uno de los dos dirigentes radicales con más peso en Casa de Gobierno y, en esa línea, uno de los correligionarios que más están "ayudando" al líder PRO a negociar con la UCR en medio del maremoto de la crisis económica y sus derivaciones políticas de cara a los comicios en todo el país.
En cambio,
Haquim hizo esta mañana explícito su apoyo a Lavagna -que aún no oficializó su candidatura, aunque se cae de madura-, a menos de una semana de que se oficialicen las listas jujeñas que confirmaron que es candidato a reelegir por Cambia Jujuy, frente que exhibe en la raíz de su nombre la impronta macrista de Cambiemos.
El ex ministro de Economía recibió en sus oficinas al actual vicegobernador peronista de Jujuy y aspirante a renovar su cargo. En la reunión, realizada este mediodía, Haquim manifestó su pleno apoyo a Lavagna para las elecciones nacionales, destacando la importancia de trabajar a partir del consenso.
Luego de dialogar sobre las dificultades económicas y sociales que enfrenta la Argentina, el vicegobernador señaló las supuestas similitudes entre el modelo de gobernabilidad de Jujuy y el que propone Lavagna a nivel nacional, con énfasis en "el diálogo como eje de la política implementada en Jujuy y de la propuesta de Lavagna".
La hipótesis tiene que ver con que Lavagna propone un consenso con candidato único pero integrado por peronistas, radicales, socialistas e independientes, mientras que Jujuy es uno de los cinco distritos gobernados por Cambiemos, pero como frente que llevó a Morales al poder en 2015, Cambia Jujuy, no solo incluía a la UCR, el PRO y la Coalición Cívica como en todo el país, sino que también se integró con el massismo.
La diferencia es que mientras que Lavagna pide superar y dejar por fuera del acuerdo a los dos extremos de la "grieta", uno encabezado por Mauricio Macri y el otro por Cristina Kirchner, Morales apoya y acompaña a uno de esos extremos, es decir Macri.
Además, la situación será insólita cuando lleguen las elecciones nacionales: en junio Morales y Haquim irán juntos en Jujuy, pero en agosto y en octubre Morales apoyará a nivel nacional a Macri mientras que Haquim hará lo propio con Lavagna.
Allí, sus diferencias se mezclarán en el marco de todas las opciones disponibles en las generales. Sin embargo,
el caso será aún peor si Macri y Lavagna fueran los más votados y accedieran a un eventual ballotage. En ese caso, será un mano a mano en el que el gobernador jujeño acompañará a Macri y su vice irá con su rival, Lavagna.
