26.08.2019 / Se corta solo

Un intendente macrista lanzó una web para captar militantes propios

Ramiro Tagliaferro fue uno de los derrotados de las PASO y de cara a octubre busca despegarse de las figuras de Mauricio Macri y de su ex esposa, la gobernadora Vidal. También eliminó la estética de Juntos por el Cambio y se muestra casi como un candidato vecinalista. Mirá cómo es la página.

por Luis Torre




El intendente de Morón, Ramiro Tagliaferro, fue uno de los derrotados por la ola de Alberto Fernández y Axel Kicillof que arrasó en el conurbano bonaerense. En el municipio del oeste el jefe comunal macrista perdió 43% a 36% contra su antecesor, y actual candidato del Frente de Todos, Lucas Ghi.

En ese contexto, Tagliaferro busca reinventarse de cara a las elecciones del 27 de octubre y para eso intenta despegarse de la figura del Presidente de la Nación, Mauricio Macri. Es la misma estrategia utilizada por otros intendentes del PRO, pero el moronense dió un paso más.

Es que el mandamás de Morón también intenta que su figura no quede pegada a la de la gobernadora bonaerense, su ex esposa y madre de sus hijas, María Eugenia Vidal. La avasallante derrota por casi 20 puntos ante Kicillof, dejó a la ex vicejefa de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en un lugar de extrema debilidad política.

Además de no aparecer ni con Macri ni con Vidal, Tagliaferro lanzó una página para intentar captar militantes propios. Lo llamativo es en la web no incluyó tipografía o símbolo alguno que asocie su gestión a Cambiemos, o ahora Juntos por el Cambio.

Con un tono casi vecinalista, y cómo si no fuera el intendente, la web sólo dice ¡Ahora Morón! con una tipografía digna del Microsoft Word de principios de los años 90.

El sitio da una lista de los barrios de Morón donde los interesados pueden anotarse para empezar a militar junto a Tagliaferro de cara a octubre.                                                          



De esta manera, el jefe comunal moronense inició una campaña propia y despojado de quiénes lo acompañarán en la boleta. Un manotazo de ahogado para revertir una elección que parece definida.