07.11.2019 / Frente de Todos

"Esta es una campaña mala leche, ligada al espacio de comunicación del gobierno que dirige Marcos Peña"

Juan Grabois se sumó a la defensa de Ofelia Fernández después de la operación y el ataque mediático contra su familia al punto de acusar a la madre de la legisladora electa de ser "parte de la ruta del dinero K". "Lo que hace esta gente no es nuevo. Como enseña Cristina: hay que aguantar y seguir", señaló Fernández.




Medios de comunicación, periodistas, dirigentes políticos y seguidores de Mauricio Macri y otros de esos que se definen libertarios en las redes sociales fueron parte de un ataque contra la familia de la legisladora electa Ofelia Fernández al punto de sacar teorías de que su madre estaba involucrada en "la ruta del dinero K" por trabajar como empleada en una financiera.

"Me metí en esto sabiendo que era jodido pero no tan violento. No les alcanzo con decirme parasito y mentir, ahora juegan su carta más básica para aniquilar procesos transformadores del continente: la corrupcion. Como una piba de 19 años muy chorra no parece la meten a mi vieja", descargó la flamante legisladora porteña del Frente de Todos.



Fernández recordó las palabras de la vicepresidenta electa y recordó los ataques perpetuados contra Cristina Fernández de Kirchner a lo largo de estos años. "Como enseña Cristina: hay que aguantar y seguir, que el amor vence al odio", manifestó.



El dirigente social Juan Grabois también se sumó al repudio del ataque sobre Ofelia y apuntó directamente contra el jefe de Gabinete de Mauricio Macri. "Esta es una campaña mala leche, ligada al espacio de comunicación del gobierno, que dirige Marcos Peña", respondió en una entrevista en Radio La Red.

Ante la consulta del periodista Luis Novaresio, Grabois expuso que "en Argentina se perdió el límite para dañar al que piensa distinto”. “A Ofelia se la quiere reprimir con mecanismos de hostigamiento. La madre es una laburadora de toda la vida, que labura ahí desde el 2017. ¡No había más ruta del dinero K!”, agregó.

"Cuando vos te empezás a meter con la familia, te metés en el terreno del hostigamiento y la persecución. Los peores son los que lo hacen por voluntad propia, no los contratados. Hay que ser muy sorete para hacer algo así”, concluyó Grabois.