27.10.2020 / Economía

FMI: reconocen que no controlaron al macrismo antes del acuerdo y hay avances del Gobierno en la renegociación

Una auditoría interna del FMI reconoce que podrían "no haber advertido con suficiente insistencia" el programa económico de Cambiemos y que se aceleró fuerte la apertura de la cuenta capital en el país. Por otra parte, el representante argentino ante el organismo sostuvo que el acuerdo podría llegar "antes de julio" del 2021 y que no se descarta un nuevo desembolso.




Dos novedades se conocieron hoy respecto del futuro de la relación entre el Gobierno nacional y el Fondo Monetario Internacional: en primer lugar y en lo que es una fuerte señal hacia el mercado en uno de los momentos más necesarios, el representante argentino ante el organismo consideró necesario un acuerdo antes de abril del año próximo y no descartó que venga con un nuevo desembolso de fondos frescos; por otro, una auditoría interna del propio FMI arrojó el reconocimiento de que no se controló lo suficiente la economía macrista antes de acordar el préstamo y endeudamiento en 2018.


SIN CONTROL

Quien llegó a la conclusión de que el FMI no corroboró del todo bien las condiciones de la economía y el rumbo del Gobierno de Mauricio Macri fue el propio FMI: una auditoría interna del organismo advierte que hubo una falta de supervisión del programa económico que se implementó con Cambiemos y que se aceleró de forma inconsistente la apertura de la cuenta capital en el país, generando una crisis económica y social.

"El FMI podría no haber advertido con suficiente insistencia sobre la necesidad de fortalecer el marco de política macroeconómica tras una apertura muy rápida de la cuenta de capital", señala la investigación de la Oficina de Evaluación Independiente, según publicó Cristian Castillo en El Destape.



Lo que hace el informe, mientras el actual Gobierno nacional y el organismo negocian un nuevo acuerdo para corregir lo que dejó el macrismo, es reconocer mala praxis en la aplicación y control de sus estándares previo al otorgamiento de un crédito inédito de USD 57.000 millones.

Una de las principales críticas que arroja el texto es que señala que no se cumplieron con condiciones dispuestas en el estatuto de la entidad que conducía Christine Lagarde y ahora encabeza Kristalina Georgieva. En esas condiciones se impide que las recursos girados en ayuda puedan terminar alimentando una fuga de capitales, es decir lo que sucedió durante el macrismo.

El IEO del Fondo analiza los efectos de la liberalización de la cuenta de capital y la gestión de la volatilidad de los flujos de capitales en países seleccionados, que son Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México, Perú y Uruguay.

En el caso argentino, el FMI analiza la "experiencia reciente de rápido desmantelamiento de controles". Y continúa: "El marco económico ha sido bien establecido, seguido de una grave crisis, lo cual proporciona un contraejemplo que destaca los riesgos involucrados (de ese rápido desmantelamiento)".

El texto reconoce la falta de atención a "los efectos sociales y distributivos" y advierte, como autocrítica: "El FMI podría no haber advertido con suficiente insistencia sobre la necesidad de fortalecer el marco de política macroeconómica tras una apertura muy rápida de la cuenta de capital".

"Otro ámbito que podría recibir más atención es el de los efectos sociales y distributivos de la liberalización de la cuenta de capital, y cómo mitigar las posibles consecuencias adversas", agrega el IEO.

En el mismo sentido, respecto del levantamiento por parte de Macri de la mayor parte de las restricciones de la cuenta capital ni bien asumió su mandato, el organismo lanza una autocrítica: "En Argentina, en 2015, el personal podría haber sido más contundente al advertir sobre los riesgos de una rápida eliminación de las restricciones de la cuenta de capital y la necesidad de fortalecer el marco macroeconómico coherente con una cuenta de capital abierta".

La auditoría se escuda en que "en documentos internos no se plantearon preocupaciones y el tema no ocupó un lugar destacado", y concluye: "Finalmente, se volvieron a imponer restricciones de salida en el contexto un programa respaldado por el FMI. El Fondo apoyó estas restricciones, destacando que la gestión de los flujos de capital y las medidas estaban destinadas a proteger la estabilidad del tipo de cambio y los ahorradores".

La Argentina sirve entonces para alimentar el debate interno del organismo. "También parece haber conflicto con algunas investigaciones recientes que indican que, en ciertas circunstancias, las medidas de cuenta de capital podrían ser una parte importante del marco de estabilidad financiera y que, en ciertas condiciones, los límites al grado de apertura de la cuenta de capital pueden ser útiles para ampliar el alcance de las políticas ortodoxas de estabilización, como es la política monetaria".


AVANCES PARA ARREGLAR EL DAÑO

Sergio Chodos, quien representa al Gobierno nacional en el Directorio del FMI, consideró hoy que sería "altísimamente conveniente" que antes de abril de 2021 se logre un acuerdo con ese organismo. Además, estimó esa renegociación podría incluir dólares frescos.



"Habíamos hablado varias veces respecto de cuándo el acuerdo era posible. Una forma en que lo podemos pensar es a partir de cuándo es indispensable y a partir de cuándo es conveniente. Entonces, el acuerdo es absolutamente necesario que esté antes de julio del año que viene. Y es altísimamente conveniente que esté en abril", dijo, concretamente, desde Washington.

Según declaró a radio La Red, "esos dos mojones (en referencia a abril y julio) se dan por los propios vencimientos ante el Fondo, y con el vencimiento del Club de París que es en mayo", por lo que "cuanto antes para acá esté el acuerdo, entendiendo que avanzamos suficientemente rápido y tenemos un buen programa que comprenda las necesidades de la Argentina, mejor".

"También es cierto que podría haber necesidades (de financiamiento) un poco por arriba. Pero no me imagino una cosa que sea muy exorbitante respecto del acuerdo de antes. La intención es ir saliendo, no volver a entrar", agregó, en una frase que arroja que la intención es no contraer más endeudamiento pero que de todos modos se evalúa la necesidad del ingreso de más recursos.

La Argentina y el FMI renegocian un crédito que otorgó el organismo en 2018 por el que el país ya recibió unos USD 44.000 millones. Según la agencia internacional Reuters, en el mercado la especulación es que Argentina podría recibir un monto de entre 3.000 y USD 5.000 millones por parte del organismo para regenerar la confianza de los ahorristas. Se trataría de la línea de financiamiento denominada Derechos Especiales de Giro (DEG), destinada exclusivamente para cubrir necesidades ante catástrofes naturales o emergencias sanitarias como la que, obviamente, generó el estallido del coronavirus.