Grupos opositores se concentraron este sábado bajo la consigan #17A en el Obelisco porteño y frente a la Quinta Presidencial de Olivos, para rechazar las nuevas medidas dispuestas por el Gobierno nacional en el marco de la segunda ola de contagios de coronavirus.
La convocatoria que se inició pasada las 17 horas, tuvo sus réplicas en
Plaza de Mayo, en la intersección de
Cabildo y Juramento y en la ciudad bonaerense de
Mar del Plata.
"Acá estamos por más libertad, por más trabajo y educación. Los bares no contagian", apuntó una manifestante en diálogo con la agencia Telam.
"Vine por los chicos de todos", expresó otra mujer quien portaba con un cartel que suscribía a la premisa:
"La educación dignifica".
La concentración se da días despúes de la entrada en vigencia de las modificaciones al
Decreto de Necesidad y Urgencia ( DNU) que agregó nuevas prohibiciones para atenuar la escala de contagios. Este sábado el Ministerio de Salud informó
19.119 nuevos casos y 80 muertes por la pandemia.
"Nos quieren encerrar sin vacunas, están avasallando a la ciudad de Buenos Aires", advirtió una mujer desde el Obelisco porteño en declaraciones a la prensa.
La agrupación
Republicanos Unidos, cuyos jóvenes habían colocado bolsas de nylon negras simulando ser mortuorias con nombres de dirigentes del oficialismo, también se sumaron con la presencia de referentes como Ricardo López Murphy, Yamil Santoro, Agustín Etchebarne y Marina Kienas.
RESPUESTA OFICIAL
El Gobierno nacional destacó el
"alto acatamiento" de las medidas restrictivas que entraron en vigencia este viernes, entre ellas la prohibición de circular entre las 20 y las 6 y la suspensión de clases presenciales.
"Si hay una bandera que no le corresponde a la oposición es la de la educación", señaló el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, al rechazar las acusaciones desde el sector opositor en torno al ciclo lectivo.
En la mísma linea, el presidente Alberto Fernández se refirió al amparo presentado por el
jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta. "No es razonable judicializar decisiones de política sanitaria".
"Ayer el acatamiento fue muy alto. La inmensa mayoría de la gente percibe la dimensión del problema", concluyó el mandatario.