06.05.2021 / Judiciales

Destituyeron al fiscal Julio Castro por acoso sexual y laboral, llevaba causas por delitos sexuales

El funcionario judicial fue apartado de su cargo en la Ciudad, por acoso laboral y sexual, maltrato y abuso de poder en el ámbito judicial




El Tribunal de Enjuiciamiento del Ministerio Público Fiscal destituyó al fiscal Julio César Castro por acoso laboral y sexual, maltrato y abuso de poder en el ámbito judicial. La remoción fue dispuesta por el mal desempeño de sus funciones, en el marco de una serie de denuncias. Castro, ex jefe de la Unidad Fiscal especializada en Delitos Sexuales, en noviembre de 2019 había sido condenado a 6 años y medio por abusar de su expareja, pero apeló la sentencia y se encuentra en Casación.

Los fiscales a cargo de la acusación en el jury habían pedido la remoción del cargo del fiscal, acusado de ser responsable de una serie de episodios de acoso y abuso sexual y maltrato laboral a sus empleados y empleadas. En su juicio político, lo acusaron de acosar sexual y laboralmente a 11 empleados desde 1995.

Así, fue removido por “mal desempeño del cargo” y por “no haber obrado con buena conducta". Es que Castro, tras una denuncia original formulada por una ex empleada en 2014, enfrentó el comienzo de la investigación en su contra durante el 2017, con una instrucción encabezada por la fiscal federal Laura Mazzaferri y su equipo.

En la lectura del veredicto, se habló de “numerosos hechos de suma gravedad dirigidos a lo largo del tiempo caracterizados por ensañamiento con mujeres y dependientes” marcados por la “falta de consciencia de género y respeto a los demás” que “configuraron un ejercicio abusivo de su poder” y que “distan de lo que la sociedad espera de un magistrado”. La destitución, de esta forma, coincidió con el alegato de los fiscales federales que lo acusaron Federico Reynares Solari e Indiana Garzón, que pidieron la remoción de Castro.

La audiencia histórica en la que se anunció el veredicto fue transmitida por Youtube, contó con la presencia virtual de grupos de mujeres del Ministerio Público Fiscal que celebraron en los comentarios, mientras que en la sala se oyeron aplausos. Así se convierte en una victoria por la lucha contra la violencia de género en los ámbitos laborales y en el ámbito judicial, ya que Castro fue considerado un fiscal poderoso con una supuesta red de amigos que, cristalizando la mecánica patriarcal de blindaje y protección a los poderosos, le permitieron estirar su situación en el tiempo, por lo que su destitución llega siete años después.

PRECEDENTES

No obstante, el camarista Hernán López lo había procesado y lo había elevado a juicio tras la denuncia de su ex novia, con el Tribunal N°8 que decidió la pena en su contra. La causa por abuso fue puesta en la balanza. A esto se agregan una serie de tuits a una menor santiagueña que datan de 2014, que trascendieron sumándose a la demostración del comportamiento violento y misógino del fiscal.

Castro, a lo largo del proceso “insistió en su inocencia y culpó a circunstancias externas sin un atisbo de arrepentimiento, no existieron pedido de disculpa a quienes fueron victimas”, se afirmó en la lectura. Se ordenaron, entonces, reparaciones particulares a las víctimas.

EL FIN DE SU CARRERA

Asimismo tras 30 años en la justicia penal, se terminó la carrera judicial de Castro que había sido parte de las solicitadas y actividades de la agrupación Justicia Legítima, y que fue designado director general de la UFISEX, el ala del Ministerio Público dedicada a investigar y combatir los delitos sexuales contra mujeres, la trata de personas y la prostitución infantil, irónicamente. También fue fiscal ante el Tribunal Oral Nº 15, estuvo entre los acusadores originales en el juicio al portero femicida Jorge Luis Mangeri, dio conferencias en simposios y hasta habló en la Cancillería sobre, precisamente, combatir la violencia de género y abuso de menores.

Castro incluso intentó ser camarista en la Justicia federal, con una audiencia para tratar el tema en la Comisión de Acuerdos en el Senado, con un pliego de recomendación firmado por el entonces ministro de Justicia Germán Garavano. La primera víctima que lo denunció en la Procuración estaba dentro de la sala. Y las denuncias fueron el comienzo del fin de su carrera, aunque recibió un sueldo oficial incluso meses después de ser condenado por violación en primera instancia.

La condena por abuso que data de noviembre de 2019 continúa sin quedar firme. El hoy ex fiscal jamás fue detenido, ni sancionado de ninguna forma. Incluso en sus palabras al tribunal del MPF pidió un veredicto que “limpie su nombre”. Sin embargo, al ya no ser fiscal terminan sus fueros.