19.12.2022 / Política, medios y fútbol

Argentina campeón: los medios opositores ya no son anti Messi y atacan al peronismo y Maradona

Con el triunfo en Qatar, los principales medios opositores abandonaron sus cuestionamientos y deseos contra la Scaloneta y el "vulgar" Messi, y pasaron a reivindicarlo para criticar al capitán del `86 y pegarle al Gobierno. "Un país más Messi, un país menos Maradona", se animó a titular un portal.




Durante las últimas semanas, medios de línea editorial opositora se animaron a tildar de "vulgar" a Lionel Messi por defender a la Argentina de los ataques del DT y jugadores de Países Bajos. E incluso defenderse a sí mismo, sus compañeros de plantel y otros ex futbolistas que supieron estar entre los mejores del mundo pero fueron cuestionados por esos mismos actores neerlandeses.

Antes y durante el transcurso del mundial, incluso, periodistas como Luis Majul y Viviana Canosa, sugirieron de todas las maneras posibles que hubiera sido malo que la Selección nacional campeonara y se preguntaron con llamativa expresión de dese, tras la derrota ante Arabia Saudita, si "explotaría todo" en caso de que el combinado apodado "Scaloneta" se quedara eliminado en fase de grupos. 

Pues ya sabemos que fallaron. Y ahora, con la Copa mundial en manos de Messi y la Scaloneta viajando hacia la Argentina, utilizan el triunfo y al Diez de la Selección para atacar a Diego Armando Maradona, que no está para defenderse, y pegarle al Gobierno ya sea por la posibilidad de que la alegría y felicidad tapen la "realidad" o pedirle que tome la "brújula" del equipo de fútbol, o hasta tildar a la "Pulga" de "especie de posperonismo"


NUEVOS FANS DE MESSI, ANTIPERONISMO Y ANTIMARADONISMO COMO SIEMPRE

En La Nación, dejaron atrás el mote de "vulgar" que le habían puesto a Messi y, firmada por la escritora Pola Oloixarac, publicaron un artículo titulado "El embrujo nacional" según el cual la Argentina es "un país que pierde sistemáticamente contra sí mismo" y que "la pelota es la única fuente de reivindicación".

Llamativamente, ahora para La Nación "Messi era un genio incomprendido en la Argentina, al que "se castigaba por negarse a encarnar gestualmente los tonos mayores, explícitos, de la superioridad". En cambio, esa "separación entre el trabajo y su persona, entre la casa y el trabajo", hizo que el futbolista del PSG ponga "en escena triunfal a un tipo de argentino esencial: encarnó al trabajador que desea que lo dejen dedicarse a lo que ama, hacer su vida y que lo dejen en paz".

"Sin los tonos excesivos de Maradona, cuyo problemas de sobrepeso acarreaban consigo un panteón completo y consistente (el Che, Evita, Perón, y después Fidel, Chávez, y cuanto represor con marketing de izquierda se cruzó), Messi, en cambio, solo quería jugar al fútbol. Refractario totalmente a la política, Messi es símbolo del argentino que quiere hacer su trabajo y vivir en paz, una especie de posperonismo en forma de Mundial", escribió Oloixarac. 

Algo parecido, pero metiendo aún más a la política en la comparación entre Messi y Maradona, hizo Infobae. Allí, Fernando González tituló una nota "Un país más Messi, un país menos Maradona", en la cual dice que la Scaloneta ganó con "talento y al mérito" y conservó "el respeto a las leyes", como si la del ´86 no lo hubiera hecho, rematando con que "es lo que no hace la política, que insiste en el fracaso".



En el artículo, se describe a Messi como "un líder extraño para la Argentina" porque "es un hombre que no vence a los gritos ni precisa de la prepotencia para imponerse". Luego recuerdan que tras vencer en la final de la Copa América a Brasil, charló "amablemente con Neymar Junior", sin recordar que son amigos desde muchos años antes que ese partido.

"No era necesario terminar a las trompadas con el adversario, ni decirle a los periodistas que la tenían adentro. Lo entendimos cuando venció. No lo comprendíamos cuando tocaba la derrota. Y lo tratábamos de pecho frío", escribe González en una obvia comparación con Maradona y sus peleas con periodistas, sin recordar que son los periodistas como él quienes le decían "pecho frío" a Messi ni tampoco que al propio Messi se lo vio en más de un vestuario -y merecidamente - cantar "para los p _ tos periodistas... ". 

Según Infobae, los argentinos venían "mal acostumbrados con el pecho caliente de Maradona" porque "con Diego se ganaba o se ganaba", ya que "en la historia reciente" no parecía "imprescindible respetar la ley". Incluso, con profunda mala fe, González ataca a Maradona con golpes bajísimos. 

"Allí está entonces este Messi que besa la Copa, y la comparte después con el resto del equipo. El mismo que llama a Antonela y a sus tres hijos para disfrutar sentados", agrega a su mala fe vestida de analogía. 

Luego recuerda que Messi le dijo a los neerlandeses, que le habían faltado el respeto a él, a sus compañeros y a otros argentinos, “qué mirá bobo, rajá pa allá”. "Casi una ingenuidad al lado de aquellos insultos de Maradona a los italianos que nos silbaron el himno en el Mundial de 1990", considera el autor de la nota, para luego afirmar que Jorge Valdano, que conoce bastante más que casi todos a Maradona, Messi y al fútbol, "exageró" cuando, hace días, aseguró que “Messi está maradoneando”.

No conforme, González después mezcla su sesgada mirada sobre el mundial con la política, el Gobierno, la pandemia y las elecciones. Según él, "Alberto Fernández, Cristina Kirchner, Sergio Massa, cada uno de ellos evalúa en estas horas como aprovechar el efecto de la alegría nacional para quedarse con algún rédito". No aporta datos que indiquen tal cosa. 

"Messi y los jugadores de la Selección saben perfectamente que se esconde por debajo de la celebración genuina. La Argentina de la inflación 100% y de la mitad del país pobre que ya registran los estudios oficiales y privados", dice.

"Es que quizás estamos disfrutando la racionalidad de un país más Messi. Un país que muestra algunas señales prometedoras en el fútbol, pero que está a años luz de replicarlas en la política", escribe González, antes de preguntarse si los argentinos pueden "ilusionarse con dejar atrás el país más Maradona, aquel que en vez de nutrirse de la energía del talento que emanaba de Diego, prefiere aferrarse a la oscuridad de sus aspectos más sórdidos"



También Laura Di Marco, la periodista ultramacrista de La Nación y biógrafa de Macri, que tuiteó: "Espero que este triunfo de nuestra Selección, que es de todos y nos enorgullece como argentinos, no sea apropiado políticamente. Por suerte Messi, un líder infinitamente mas sano que Maradona, ya dio señales de q no se dejará usar por el perokirchnerismo". Llamativo, de mínima, porque el futbolista votado como el mejor de la historia estuvo en la Casa Rosada con el presidente radical Raúl Alfonsín en el 86´ e incluso lo invitó a sumarse al balcón de cara a Plaza de Mayo.

Ese mismo medio, además, publicó otro artículo, titulado "Un mensaje poderoso... y una brújula para el país", en el que Luciano Román rescata que la Scaloneta reconcilió a los argentinos "con una idea de esperanza", pero después mete la política cuando asegura que "el fútbol no hará milagros ni salvará a la Argentina" y que "mañana mismo" aparecerán de nuevo "las penurias y dificultades de un país empobrecido y, en muchos aspectos, desarticulado". 



"¿Rescataremos esos valores o haremos una lectura sesgada y oportunista de lo que representa la selección? Después del sano estallido de júbilo y alegría, tal vez valga la pena proponer esa reflexión ciudadana. Desde la cima del poder, la vicepresidenta de la Nación eligió exaltar ayer el momento quizá menos afortunado de toda la actuación argentina. ¿Nos quedaremos con “andá pa´allá, bobo” o rescataremos la caballerosidad, la serenidad y la sobriedad que han caracterizado, en general, al capitán de la selección? ¿Convertiremos en símbolo las inmensas virtudes de esta selección o haremos una apología de sus pequeños derrapes?", escribió el autor de la nota. 

Otro artículo de La Nación, con título "Ahora todos somos un poco más felices ¿hasta fin de año?", también mezcla al mundial con la política, pero en clave especulativa y económica. 

"Las Fiestas y la inminencia del comienzo de las vacaciones prometen prolongar la alegría y atenuar un poco la zozobra después de un año plagado de pesares; luego volverá la Argentina normal", resume el autor, Claudio Jacquelin.

Según La Nación, a la Copa Mundial la "celebra tanto o más que todos el Gobierno", porque "no solo le dio un oasis de cierta tranquilidad, pausa o anestesia durante 30 días en los que en el país sobraron motivos para que la tensión social escalara y en los que la disputa interna del oficialismo llegó a su clímax, aunque siempre puede superarlo" (SIC).

"La pregunta inevitable, dado que ´los problemas van a seguir estando`, es cuánto va a durar esta sensación de que ´somos un poco más felices`. Las fiestas de fin de año y la inminencia del comienzo de las vacaciones prometen prolongarla y atenuar un poco la zozobra. En eso coinciden oficialistas, opositores y analistas de opinión pública. No es poco", cierra el autor.