Funcionarios del gobierno nacional ordenaron retirar la gigantografía que mostraba al expresidente Néstor Kirchner en el momento en que ordenó bajar el cuadro del dictador Jorge Rafael Videla del Colegio Militar, en 2004. Esta imagen, un símbolo de la política de derechos humanos durante su gobierno, fue retirada en medio de amenazas de los patovicas que vigilan el edificio de la exESMA, donde aún trabajan algunos empleados de los espacios de memoria.
La orden, dictada por la Secretaría de Derechos Humanos encabezada por Alberto Baños, fue llevada a cabo esta mañana, horas antes del recital del rapero Milo J. en el mismo lugar. Milo J., un joven artista comprometido con la lucha por memoria, verdad y justicia, iba a presentar su nuevo trabajo “166” en el patio de la exESMA. Su show, esperado por miles de personas, fue suspendido por una medida cautelar solicitada por Baños, quien pidió que se impidiera el evento en ese espacio emblemático.
El acto de censura ha sido duramente criticado, y muchos lo ven como un intento por silenciar un gesto trascendental de la historia reciente de Argentina. "Bajar un cartel no va a borrar la memoria ni las convicciones de un pueblo que no olvida ni perdona", expresó Daniel Catalano, titular de ATE Capital. Además, el espacio Liberpueblo denunció que esta acción tenía como objetivo que los miles de jóvenes presentes esa noche no pudieran ver esa imagen representativa del compromiso por la memoria.
Trabajadores que resistieron el vaciamiento del gobierno en los espacios de memoria de la exESMA grabaron el momento en que la gigantografía fue retirada. El video también muestra cómo una decena de patovicas, vinculados a la Secretaría de Seguridad, vigilaban el acto, mientras que, según la denuncia, amenazaban a los trabajadores con despidos si no cumplían con la orden. También les advirtieron que, de no hacerlo, "romperían la imagen".
En este marco, Horacio Pietragalla, exsecretario de Derechos Humanos y hijo de desaparecidos, también se pronunció sobre el hecho y responsabilizó a Baños por la decisión de eliminar la imagen de Kirchner.
“Por más que se esfuercen en hacer desaparecer esa imagen, la historia no se borra”, afirmó, resaltando que, gracias a las políticas de memoria, verdad y justicia impulsadas por Néstor y Cristina Kirchner, más de 1200 personas han sido condenadas por crímenes de lesa humanidad.