
En el marco de la discusión que se llevará a cabo en el Congreso de la Nación el próximo martes 16 de mayo, en torno a las modificaciones en el régimen penal juvenil que pretende bajar la edad de imputabilidad, el presidente de la Comisión de Pastoral Social, Dante Braida, opinó que no cree "adecuado poner en situación de encierro a un chico" porque "no soluciona el problema de raíz".
El proyecto que busca bajar la edad de 16 a 14 años, enviado a Diputados por la administración del presidente, Javier Milei, se debatirá en un plenario de comisiones compuesto por integrantes de Legislación Penal, Familias y Niñez, Justicia y Presupuesto y Hacienda. Ante el avance del mismo, el monseñor criticó la moción: "No creemos que la solución sea lo penal, sino más bien ofrecer instancias de recuperación y prevención".
Asimismo, el obispo riojano remarcó que si bien, la delincuencia juvenil "es una realidad", es necesario "abordarla de una manera amplia, multisectorial, para ir a las causas de por qué una persona tan pequeña en edad podría llegar a estas instancias de delitos tan graves". "Lo que necesitan los chicos son oportunidades", reforzó.
Además, explicó los efectos negativos que implicaría aprobar la medida en mediano plazo. "Nuestros regímenes penitenciarios están abarrotados y muchas veces en las cárceles se potencian las problemáticas". Hablándole directamente al Presidente de la Nación, y a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, solicitó que "puedan dar tiempo para que los sectores sociales den su opinión y aporten propuestas diversas para atacar realmente el problema".
"Necesitamos que muchas más voces se expresen, porque eso también nos va a iluminar por dónde tenemos que ir", agregó. Y dejó ver que su postura es compartida por muchas organizaciones áfines a la Iglesia Católica. "El problema requiere tiempo, y un abordaje más amplio", insistió el obispo.