Tras dar de baja el concurso original y denunciar a la empresa belga DEME por presuntas maniobras judiciales, la Casa Rosada volvió a convocar a mesas sectoriales y consultas provinciales para reabrir el proceso en el último trimestre. Por primera vez, la UNCTAD supervisará el pliego y “el llamado a audiencia pública irá con todo auditado”, explican en el área de Puertos y Navegación, a cargo de Iñaki Arreseygor.
En el Gobierno reconocen que, si bien Javier Milei instruyó anclar la nueva licitación a una revisión de la ONU, el PRO fue quien “metió ruido” en el procedimiento. En noviembre pasado, la agrupación Las Fuerzas del Cielo escribió en X: “Mauricio, por décima vez: no te vamos a dar la hidrovía”, en alusión a Mauricio Macri y su entorno.
Cabe señalar que se trata del corredor fluvial Paraná–Paraguay, que mueve más del 80 % de los granos y la producción industrial que exporta el país, será el gran rédito económico en juego: se estima que los cánones y peajes superan los USD 1.200 millones anuales. En este marco, productores agropecuarios y cámaras empresarias advierten que cualquier demora o falta de claridad en el nuevo pliego podría encarecer el flete y erosionar la competitividad nacional. Por eso, sectores como la Federación Agraria y los sindicatos portuarios exigen que la supervisión de la ONU incluya informes públicos, cláusulas de mantenimiento exigente y garantías ambientales, para evitar que la hidrovía quede otra vez atrapada en intereses políticos y negociados opacos.
Paralelamente, ya circulan versiones sobre la renovación del gabinete libertario después de octubre. Apuntan a Luis “Toto” Caputo como eventual ministro de Economía, con Juan Pazo como rival interno, y mencionan a Alejandra Monteoliva para reemplazar a Patricia Bullrich en Seguridad. También suenan los nombres de Diego Valenzuela, Cristian Ritondo y Guillermo Montenegro para puestos clave. También hay expectativa por los cierres electorales.