El Gobierno nacional inauguró finalmente el Consejo de Mayo, un espacio creado para avanzar en acuerdos legislativos en línea con los principios establecidos en el Pacto de Mayo. Pese a que los concurrentes que integran el oficialismo nacional aseguraron que se logró un "diálogo muy conductivo", el intercambio también desató fuertes críticas por parte de sectores sindicales opositores al rumbo del Ejecutivo, que recibió críticas de buscar legitimidad política mientras “arrastra con la economía”.
El encuentro, encabezado por el jefe de Gabinete Guillermo Francos, reunió a representantes de las distintas áreas designadas por decreto, el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, por las provincias; la senadora Carolina Losada y el diputado Cristian Ritondo por el Congreso; el titular de la UOCRA, Gerardo Martínez, por el sindicalismo; y el presidente de la UIA, Martín Rappallini, en representación del empresariado. Desde el oficialismo, el ministro Federico Sturzenegger participó como representante del Poder Ejecutivo.
Tras la reunión, Sturzenegger celebró el clima de diálogo y destacó que "hay un ánimo de diálogo muy conductivo, con miradas diversas y mucha vocación de trabajar para llegar a consensos de acá a diciembre”. El Consejo, según explicaron desde el Gobierno, busca transformar los lineamientos del Pacto de Mayo en iniciativas legislativas concretas, entre ellas una “reforma laboral moderna”, una de las prioridades de la agenda libertaria.
El jefe del bloque del PRO bonaerense, Cristian Ritondo, manifestó su apoyo al diálogo iniciado en redes sociales. “Hoy dimos el primer paso para que el Pacto de Mayo se convierta en hechos”, señaló en una publicación posterior al encuentro. “Desde el Congreso y desde el PRO, mi compromiso es seguir empujando ese camino con responsabilidad, firmeza y visión de futuro”, añadió el diputado, que esta semana llevará adelante distintos encuentros para avanzar en la estrategia electoral conjunta entre los amarillos y LLA.
CRÍTICAS
Pero mientras el oficialismo celebraba el inicio del diálogo, el secretario general de la CTA Autónoma, Hugo “Cachorro” Godoy, cuestionó duramente la participación de la CGT en el Consejo: “No hay ninguna expectativa por el Consejo de Mayo. Es una justificación de cierta institucionalidad”, afirmó. “Es una vergüenza que convaliden este esquema de gobierno que está arrasando con la economía”, denunció.
Godoy fue más allá y acusó directamente a la central obrera de complicidad con el oficialismo: “Convalidar un acuerdo como lo que ellos llaman el Acuerdo de Mayo, que lo hicieron en julio y que un año después intentan reflotar, es directamente ser cómplice de este desastre”. Además, fue contundente al señalar que “todos los que van están siendo cómplices, porque la responsabilidad es rechazar”.
En este contexto, la participación de Gerardo Martínez como representante sindical quedó bajo la lupa. Su designación fue resultado de una reunión interna en la CGT, que decidió acompañar el Consejo pese a las divisiones internas y las advertencias del sector más crítico. El rol del sindicalismo dentro del espacio será clave en las próximas etapas, especialmente frente al posible avance de reformas laborales que despiertan resistencias.