Con más de tres décadas de trayectoria en el organismo, el presidente del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), Pablo Cortese, presentó su renuncia este lunes en medio de un conflicto institucional por la importación de vacunas contra la fiebre aftosa. Aún no se confirmó quién será su reemplanzante.
Según confirmaron a La Nación fuentes cercanas a Cortese, la salida se dio por las tensiones internas que generó la desregulación del ingreso de vacunas provenientes de Brasil y el cruce entre dos importantes laboratorios del país. “Se cansó. Es un técnico, no político”, aclararon las fuentes.
El trasfondo del conflicto radica en la flexibilización de los requisitos para importar vacunas antiaftosa, un cambio impulsado por el Gobierno nacional en línea con su política de desregulación del comercio. Esta medida fue cuestionada por algunos sectores de la industria local, que ven amenazada su participación en un mercado históricamente regulado y concentrado.
A mediados de julio, el laboratorio Biogénesis Bagó mandó una carta documento a Cortese y un pedido de información al secretario de Agricultura, Sergio Iraeta, para que brinde información sobre la aprobación de ingreso de 8300 dosis de la vacuna antiaftosa “Ourovac aftosa Biv”, provenientes del laboratorio Ourofino de Brasil e importadas por Tecnovax SA.
Cortese trabajaba desde 1992 en el organismo donde comenzó su carrera como monitoreador de frutas cítricas. En diciembre de 2023 fue designado como presidente del organismo con la llegada de la gestión de Javier Milei.
El Senasa es un organismo argentino responsable de la sanidad animal y vegetal, así como de la inocuidad de los alimentos. Su función principal es ejecutar las políticas nacionales en estas áreas, asegurando el cumplimiento de la normativa vigente y fiscalizando la calidad agroalimentaria.