A casi un mes y medio de la firma del acuerdo paritario entre la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y la mayoría de las cámaras empresarias del sector, la falta de homologación por parte de la Secretaría de Trabajo abrió una escalada de tensión. El gremio liderado por Abel Furlán ya advirtió que, si no hay avances esta semana, evaluará convocar a un paro nacional con objeto de presionar el avance de la negociación.
El acuerdo sellado el 4 de junio contempla una mejora salarial acumulada del 7,6% entre abril y agosto, que se eleva al 11,2% con sumas fijas no remunerativas. La cifra, que supera el 1% mensual fijado como pauta por el Ministerio de Economía, fue rubricada por cinco cámaras empresarias. Sin embargo, una sexta, la Cámara de la Pequeña y Mediana Industria Metalúrgica Argentina (Camima) decidió no firmar.
Fue a partir de esa disidencia que la Secretaría de Trabajo suspendió el plazo de homologación automática y solicitó explicaciones formales, lo que para la UOM constituye un freno injustificado. Desde la conducción, señalan que la medida responde a una estrategia para evitar convalidar un aumento por fuera del tope oficial. “Hay connivencia entre sectores del empresariado y funcionarios del Gobierno”, aseguró Furlán tras un encuentro con la subsecretaria de Trabajo, Claudia Testa.
En esa línea, el dirigente explicó que el pedido de justificación a Camima se cursó el 2 de julio, cuando estaba a punto de vencer el plazo legal, lo que interrumpió el conteo de los 30 días establecidos por ley para homologar el acuerdo.
Camima, por su parte, defendió su postura y rechazó cualquier vínculo con el oficialismo. “No actuamos en coordinación con terceros”, aclararon en un comunicado, en el que señalaron que su decisión se basa en que las pymes metalúrgicas “no están en condiciones de afrontar el incremento sin comprometer su funcionamiento”. La entidad también se escuda bajo el pretexto de que intentan “preservar el desarrollo y los puestos de trabajo” en un momento de alta fragilidad económica para el sector.
La situación se torna más compleja si se tiene en cuenta el contexto que atraviesa la industria. Según la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra), el empleo en el rubro cayó un 2,2% interanual, con una baja adicional del 0,3% en junio respecto de mayo. A eso se suma la preocupación de los trabajadores fueguinos, que ya convocaron un paro para el 6 de agosto por la apertura de importaciones, y el parate productivo en Acindar, que redujo al 20% su actividad en Villa Constitución debido a la caída de la demanda y el ingreso de acero chino.
En medio de este escenario, la UOM denuncia que las demoras en la homologación no solo postergan mejoras ya acordadas, sino que debilitan los mecanismos de negociación colectiva. “El problema no es con las cámaras que firmaron, sino con el freno deliberado para evitar que el acuerdo tenga validez”, señalaron fuentes gremiales.