Durante un almuerzo organizado por el Rotary Club de Buenos Aires, en un hotel del centro porteño, Rappallini alertó que “está bien, hay que competir con el mundo cuando se abre la economía, pero tiene que haber un acompañamiento al sector privado porque no van a venir los marcianos a hacerlo”. Señaló que el verdadero problema es abrir la economía manteniendo “todas las distorsiones” y que, con el actual esquema de impuestos, “el productor nacional queda afuera de competencia por lo que hace el Estado, que debería igualar las condiciones”.
“Estamos un 25 por ciento más caro por cuestiones estructurales que Brasil y que México”, lamentó, y advirtió que en la Argentina “tener un empleado es terrible” debido a las leyes vigentes. A su juicio, todos los países enfrentan amenazas por las importaciones, pero la diferencia está en “las herramientas que te da el país para ser más competitivo”.
Si bien celebró la baja de la inflación bajo la gestión de Javier Milei, insistió en que “sin baja de impuestos no hay forma de normalizar el país”. También exhibió cifras que muestran que la densidad empresarial argentina es muy baja frente a otros países de la región y ejemplificó con Corea del Sur y Brasil, que crecieron “por el desarrollo de su sector privado”.
Rappallini recordó que hace casi 15 años que no se generan nuevas empresas o empleo en el país, algo que calificó como “un dato terrible”. Además, anunció que el próximo 2 de septiembre, en Córdoba, la UIA celebrará el Día de la Industria y presentará el “nuevo contrato productivo”, un compromiso de la industria con un modelo de país. Al acto fue invitado el presidente Milei, a cinco días de las elecciones legislativas bonaerenses.