27.08.2025 / ECONOMÍA

El consumo masivo sigue hasta 40% por debajo de 2017, pese a una suba en el primer semestre

Un informe de NielsenIQ marcó que el aumento entre enero y junio fue de 1,2%. Desde la empresa advirtieron que el gasto permanece "muy deprimido en términos históricos".



Un documento de la empresa NielsenIQ advirtió que pese a que el consumo masivo subió levemente en el primer semestre del año luego de la baja registrada en 2024, los datos en varias categorías se ubican entre un 35% y un 40% por debajo de 2017.

El informe detalló que la suba del consumo masivo entre enero y junio fue de 1,2%, impulsado especialmente por las estadísticas del primer trimestre ya que en ese periodo subieron el 85% de las categorías, frente al 48% del Gran Buenos Aires (GBA). Además, precisó que los rubros vinculados a alimentos no básicos, bebidas sin alcohol y productos de limpieza y cosmética fueron las más dinámicas, pero la mejoría no llega a remediar la pérdida.

Pese a que se registró un aumento, desde NIQ advirtieron que "todavía con un consumo muy deprimido en términos históricos". También señalaron que la actividad en los supermercados se incrementó por las promociones y las primeras marcas, mientras que agregaron que los sectores con mayores ofertas subieron un 7% interanual y el resto bajó un 6%.

En tanto, el desempeño de los autoservicios mostró una caída en la competitividad y acopia más de 1.700 cierres de 2019. El mayorista, por su parte, se mantiene al alza principalmente en Limpieza y Cosmética, mientras que el e-commerce se sostiene como líder en ritmo de expansión.

HÁBITOS DE CONSUMO

Ocho de cada diez argentinos ajustaron sus hábitos de consumo en los últimos meses, con recortes que van desde la indumentaria hasta la mesa familiar, producto de la crisis económica que afronta la Argentina de Javier Milei. Así lo reveló un informe de Management & Fit, que puso en números las consecuencias de las políticas económicas de la gestión libertaria.

El informe detalla que el mayor freno se observa en ropa y calzado, donde la mayoría admite haber postergado compras o reducido su frecuencia. El golpe también se siente en el consumo de carne: cada vez más familias reemplazan cortes tradicionales por opciones más baratas o directamente los eliminan del menú.

La tendencia se repite en la elección de marcas: las primeras líneas ceden terreno frente a segundas y terceras marcas, tanto en alimentos como en productos de limpieza y cuidado personal. El sondeo revela la raíz del fenómeno: el 46,3% de los hogares declara que sus ingresos no alcanzan para cubrir los gastos del mes. Dentro de ese universo, un 29,6% llega con “algunas dificultades” y un 16,7% con “grandes dificultades”.

La contracción ya no golpea solo a los sectores más postergados: también alcanza a las clases medias, que hasta hace poco lograban sostener un patrón de consumo más estable. El resultado es un mercado cada vez más selectivo y austero, visible tanto en supermercados como en shoppings y locales de cercanía.