Integrada por Ángela Ledesma, Alejandro Slokar y Guillermo Yacobucci, Casación atendió elementos nuevos sobre el vínculo previo entre el exmandatario y el magistrado. En su resolución, el tribunal puntualizó: “El imputado expuso ante este Tribunal determinados pormenores vinculados con la relación de amistad y posterior enemistad con el juez Ercolini, brindando mayores precisiones al respecto; extremos que ahora otorgan sustento suficiente al planteo defensista en resguardo de la garantía de imparcialidad”.
En la audiencia de la semana pasada, Alberto Fernández recordó la relación con Ercolini desde la UBA y enumeró al menos 14 “arbitrariedades” del proceso. Aseguró que “fue Ercolini quien lo denunció en este expediente –y no Yañez–” y dejó definiciones políticas y personales: “Vengo hasta aquí tratando de buscar Justicia”, afirmó, y remarcó: “Fue mi amigo y hoy es mi enemigo”. Sumó que “Ercolini terminó su relación conmigo el día que ordenó la detención de Cristóbal López y Fabián de Sousa” y mencionó, ya como Presidente, la denuncia impulsada por el Ministerio de Justicia por el viaje del juez a Lago Escondido.
Desde la querella, el abogado de Fabiola Yañez, Mauricio D’Alessandro, subrayó que la recusación no implica una sentencia definitiva y sostuvo que la denuncia la formuló su clienta, mientras que el juez solo informó la posibilidad de avanzar penalmente cuando en la causa Seguros surgieron chats entre María Cantero y Yañez. Con el apartamiento, la discusión vuelve a centrarse en el debido proceso y en la necesidad de un juez que garantice imparcialidad, sin sombras de enemistades ni condicionamientos mediáticos.