El FMI presentó su informe de Perspectivas Económicas Globales en Washington, proyectando un crecimiento del PBI argentino de 4,5% para 2025, un punto menos que la estimación anterior, y un aumento de la inflación al 28%, cinco puntos más que lo previsto en julio. Además, anticipó que el desempleo alcanzará 7,5% a fin de año, frente al 6,3% proyectado previamente.
Para 2026, el organismo prevé un crecimiento menor al de este año del 4% y una inflación de 10%, cifras inferiores a las incluidas en el proyecto de Presupuesto 2026 del Gobierno, que pronostica un alza del PBI de 5% y un índice de precios de 10%. “Las previsiones están contenidas en la actualización del informe de Perspectivas Económicas Mundiales”, señaló el reporte.
El informe también destacó que la incertidumbre comercial global sigue siendo elevada, y que la economía mundial se desacelerará levemente en comparación con 2024. “La previsión apenas ha cambiado desde la actualización de julio, reflejando una adaptación gradual a las tensiones comerciales, pero se encuentra decididamente por debajo del promedio prepandemia, de 3,7%”, advirtió el FMI.
A nivel regional, el organismo mejoró sus expectativas para América Latina y el Caribe, con un crecimiento de 2,4% en 2025, aunque prevé una caída al 2,3% en 2026. Sobre la inflación regional, proyectó un promedio de 9,8% este año y 5,8% para el próximo, reflejando un contexto económico más desafiante para los países de la región, incluida Argentina.
En ese sentido, el organismo señaló que “las previsiones son iniciales y están sujetas a los riesgos internos y externos que podrían afectar la trayectoria del crecimiento y la inflación”. Este escenario contrasta con las estimaciones oficiales del Gobierno, que mantiene expectativas más optimistas, anticipando un crecimiento de 5% en 2025 y 5% en 2026, junto a una inflación del 10% para el próximo año, lo que plantea un desafío para la planificación fiscal y las metas económicas.