(R)Desde una tribuna de derecha, Lopérfido planteó que “la ayuda de Trump condiciona las elecciones”, aunque estimó que ese respaldo “no incida en el voto” porque “fue una ayuda para evitar males mayores”. En ese marco, exigió que el oficialismo “se abriera” y “mejorara sus listas”, al tiempo que sentenció que “el enemigo es siempre el peronismo”.{R)
El ex director del Colón insistió con un libreto antiobrero y antiperonista. Dijo que “los sindicatos argentinos tienen manejos mafiosos” y que “el modelo de sindicalistas ricos y trabajadores pobres está agotado”. Redobló la provocación al afirmar que “es penoso ver cómo dirigentes millonarios siguen festejando el movimiento fascista del 17 de octubre que, junto a la desquiciada de Evita, son responsables del atraso argentino y la corrupción”.
También apuntó a la conducción de La Libertad Avanza y a sus candidaturas. “Está visto que La Libertad Avanza tiene problemas enormes de recursos humanos”, lanzó, y enfiló contra José Luis Espert al afirmar que “todo el mundo sabía que Espert había recibido dinero narco”. También cargó contra Karen Reichardt —a quien llamó “vedette”— por sus dichos sobre el electorado: “empezó diciendo que los que no votan a LLA tienen una enfermedad mental”, y definió ese perfil de postulantes como “un mono con navaja” que “hundió el prestigio del Congreso” con “el grupo de diputadas locas”.
Sobre el rumbo del gobierno, insistió en que Milei “se empantanó en el Congreso” y reclamó un giro de gabinete: “Lo que está claro es que este modelo cerrado, con Karina Milei manejando la política, no avanza”. Para cerrar, volvió al antagonismo con el campo nacional y popular: “De un lado hay fuerzas reformistas y republicanas y, del otro, la organización criminal llamada kirchnerismo. Esperemos que Milei entienda que ese es el único enemigo y que hay gente que siempre estará dispuesta a ayudar.”