Scott Bessent, secretario del Tesoro de Estados Unidos, recurrió a una estrategia provocadora para cuestionar la postura de la senadora Elizabeth Warren ante el respaldo financiero que propone la administración de Donald Trump para la Argentina. El episodio ocurre mientras persiste el “shutdown”, el cierre del gobierno federal en el país norteamericano.
Bessent empleó sus redes sociales para describir a Warren como una “peronista estadounidense”, acompañando la publicación con una imagen donde la legisladora aparece caracterizada como Eva Perón. El mensaje se difundió tras las advertencias formales de Warren a entidades bancarias sobre los riesgos crediticios de la operación impulsada por el gobierno norteamericano en favor de Javier Milei.
El posteo de Bessent expresó: “Aunque se mantiene principalmente centrada en cantar ‘Don’t Cry for Me, Massachusetts’ y votar en contra de pagar a los empleados públicos, @SenWarren de alguna manera también ha encontrado la oportunidad de amenazar a los grandes bancos por sus políticas crediticias. Es una peronista estadounidense. Y lo único que disfruta más que malgastar sus impuestos es el tiempo de nuestra nación. Senadora, baje del balcón, deje de enfurecerse contra uno de nuestros grandes aliados latinoamericanos y vote por la reapertura del gobierno”.
En sus cartas, Warren exigió a JP Morgan Chase, Bank of America, Citigroup y Goldman Sachs que no financiaran una línea de asistencia internacional para Argentina, invocando preocupaciones sobre la seguridad y la solidez de la operación. The Wall Street Journal especificó que la senadora argumentó que la operación podría perjudicar a depositantes y contribuyentes estadounidenses, además de subrayar que la economía argentina no presentaba garantías de repago ni colaterales suficientes.
La cobertura de The Wall Street Journal detalló que tanto los legisladores como el Ejecutivo en Estados Unidos enfrentan fuertes presiones cruzadas a la hora de definir el apoyo a la gestión de Milei. Warren también remitió cartas a Morgan Stanley y Wells Fargo, solicitando que no se involucraran en el consorcio crediticio. En tono enfático, Warren destacó: “Ese financiamiento levantaría serias preocupaciones sobre seguridad y solidez, dadas las endebles condiciones crediticias de Argentina y su aparente falta de garantías o aval tangible”.
El impacto de estas misivas, junto a la acción pública de Warren, repercutió entre legisladores, funcionarios y ejecutivos de entidades financieras, provocando respuestas como la de Bessent.