Tras haber sido designado como castigo en el cargo de embajador argentino ante Uruguay luego del triunfo de Mauricio Macri en 2015,
volvió Guillermo Montenegro y es precandidato de Cambiemos a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires.
A pesar de haber estado procesado como uno de los principales responsables de la violenta represión en el Hospital Borda en 2013 desde su función de aquel entonces como ministro de Seguridad porteño, el macrismo lo designó como el postulante que se referirá a la inseguridad y desde ese rol político habló de investigar el "exceso policial".
"Si hay algún caso concreto de exceso, hay que estudiarlo, investigarlo”, aseguró el Montenegro 2017 en campaña, consultado sobre las denuncias por malos tratos en los oeprativos "razzia" en colectivos.
La Comisión Provincial por la Memoria criticó con dureza esa modalidad de oeprativo, que toma como argumento a la prevención del delito para procesder en requisas a los pasajeros y sus pertenencias, y, en caso de no llevar el DNI, dejarlos fuera del transporte. De hecho, el organismo calificó a los operativos como “verdaderas razzias” a los ciudadanos.
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Dentro del Ministerio de Seguridad se creó una auditoría externa, a cargo de un civil, para atender este tipo de cuestiones y así mejorar la calidad del trabajo y del servicio que tiene que brindar la Policía”, explicó Montenegro al portal LetraP, para luego señalar que si "hay excesos" deben ser investigados. Sin embargo, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, había salido al cruce de las denuncias de la CPM y había indicado que se trataba de "un mayor control" policial, al cual "la gente lo ve muy bien".
El candidato y vocero PRO en materia de seguridad era, justamente, el ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad cuando, el 26 de abril de 2013, más de 30 personas resultaron gravemente heridas por la Policía Metropolitana en una jornada de violenta represión. Una semana después del escandaloso hecho, Montenegro reafirmó a La Nación que quería "una policía firme" que procure "hacer respetar la ley y el espacio público", aunque, los hechos de violencia y los heridos por disparos de balas de goma no podían volver a repetirse.
Eso le valió estar imputado y procesado, además de su otra causa por las pinchaduras ilegales de teléfono, hasta agosto de 2016, cuando la Sala III de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional ratificó el sobreseimiento de Montenegro, así como de los entonces jefe de gobierno y vicejefa, Mauricio Macri y María Eugenia Vidal.
