31.07.2017 / Elecciones 2017

Crisis social: hablan los candidatos de Cristina en el conurbano

Política Argentina dialogó con seis precandidatos de Unidad Ciudadana en el Gran Buenos Aires para conocer las problemáticas que observan en sus municipios. Los despidos y el cierre de comercios, una escena que se repite. La crisis sanitaria y el aumento de los comedores. Postales de una región en emergencia.

por Mauro Castro



“Esta tristeza que recorre a la sociedad me conmueve. No me parece justo que estemos sufriendo ni que nos hayan desorganizado la vida", expresó Cristina Fernández de Kirchner el 20 de junio en el acto de lanzamiento de Unidad Ciudadana en la cancha de Arsenal. Con una estética renovada y el foco puesto en los vecinos y sus problemáticas, la ex Presidenta decidió centrar su campaña con la voz de los ciudadanos golpeados por las medidas económicas de Cambiemos. El objetivo, declamado por candidatos y militantes del nuevo espacio, es ponerle un freno a las políticas de Mauricio Macri. “Tu mensaje es tu voto”, reza en ese sentido uno de los spots del kirchnerismo de cara a las legislativas.

El Gran Buenos Aires, donde se concentra el 60 por ciento del electorado bonaerense, es el epicentro de los votos kirchneristas. Cambiemos nunca pudo terminar de hacer pie en esa región pese a haber ganado en 2015 intendencias de peso como Quilmes, Lanús y Morón. Es también la zona más castigada por las medidas económicas del macrismo.

Política Argentina se contactó con seis precandidatos a concejales por Unidad Ciudadana del conurbano bonaerenses para conocer la realidad económica y social de sus municipios y las principales problemáticas que les transmiten los vecinos en sus recorridas. Facturas impagables, comercios cerrados, aumento de comedores y salitas y hospitales sin insumos ni médicos son algunas de las escenas del paisaje en el área metropolitana.

Letcher: “En la calle se percibe una profunda decepción”
“En la feria del barrio Independencia, cuatro personas en el transcurso de una hora y media nos dijeron que después de muchos años volvieron a la montaña de basura del CEAMSE a buscar comida. Es un fiel reflejo de lo que viven nuestros vecinos”, ejemplificó Hernán Letcher, concejal y primer precandidato a renovar su cargo en San Martín.

Ese municipio de más de 400 mil habitantes es uno de los más afectados por las políticas del Gobierno nacional. Sufrió el impacto de la apertura indiscriminada de las importaciones, el aumento en las tarifas de servicios públicos y la caída del salario. La baja del consumo produjo en los últimos meses una caída de las ventas de entre el 30 y el 40 por ciento. Muchas empresas debieron suspender empleados. “En Villa Progreso, que es una zona fabril, los laburantes dicen que no hay trabajo”, indicó el postulante kirchnerista. La crisis laboral tuvo la semana pasada otro capítulo con el cierre de Distripaper, una empresa de insumos para librerías que dejó en la calle a más de 60 trabajadores.

Frente a ese panorama, el intendente Gabriel Katopodis declaró en marzo la Emergencia Pyme. La norma prevé una reducción de la Tasa de Seguridad e Higiene, un plan de pagos para regularizar deudas y programas de asistencia técnica para las empresas, entre otros puntos. También hay una iniciativa similar en la Legislatura bonaerense que aún no fue sancionada. “No creo que Cambiemos tenga mucha voluntad de votarla porque las políticas que implementa van a contramano de defender a las pymes. La apertura importadora y el tarifazo se profundizaron en 2017”, cuestionó Letcher.

El dirigente explicó que esos proyectos “buscan suspender las políticas impulsadas por el oficialismo. Si abrís indiscriminadamente las importaciones, no fortalecés el salario real y no bajás el costo de los servicios, es muy difícil que a las pymes les vaya bien”, analizó.



El caso de la cooperativa Cuero Flex es emblemático. Los trabajadores que solían pagar 50 mil pesos de luz durante el kirchnerismo pasaron a recibir facturas de 500 mil. Los 18 mil pesos mensuales de gas se convirtieron en 170 mil. Esa fábrica de San Martín fue el lugar elegido por Cristina para su primera recorrida de campaña.

No hay errores en las políticas económicas que impulsa Cambiemos. Vinieron a plantear un país donde hay muchos argentinos que se quedan afuera, aunque en campaña dijeron exactamente lo contrario. Uno percibe en la calle una profunda decepción”, relató Letcher en diálogo con Política Argentina.

El concejal agregó que los ciudadanos golpeados por las medidas económicas “no son números, sino personas de carne y hueso que la están pasando mal. Por eso encaramos la campaña desde la problemática de esas personas. Unidad Ciudadana quiere ayudar a los sectores que se quedan afuera por las políticas del Gobierno”.

En ese marco, aseguró que en los barrios piden por la vuelta de la ex Presidenta: “Se ve con mucha claridad en la calle. Muchos votaron a Cambiemos pero están arrepentidos. Frente al contexto de clara retracción económica y las dificultades para llegar a fin de mes, la amplia mayoría de los vecinos tienen intenciones de votar a Cristina”.

Sabbatella: “Ya hay hambre en muchos barrios”
Morón tiene más de 10 mil comercios y más de 1.000 industrias. Hernán Sabbatella, jefe del bloque de concejales del Frente para la Victoria y primer precandidato del kirchnerismo para las próximas elecciones, advirtió que hay un “fuerte deterioro” de la actividad económica por la “pérdida del poder adquisitivo de los vecinos” a raíz del “tarifazo” y el aumento de los alimentos y de los alquileres.

“Ese cóctel es muy difícil para los comercios. Muchos lamentablemente cierran o reducen personal. Eso impacta en los barrios, porque la mayoría de esos comercios y esas industrias tienen empleados locales. A eso se le suma la baja de las ventas por la apertura indiscriminada de importaciones. Es una realidad que vemos en todas las industrias que recorremos y que se ve reflejada en el territorio”, resumió Sabbatella a este portal.

El concejal kirchnerista alertó sobre el aumento del “cartoneo” y la falta de trabajo formal e informal y, para dar cuenta de la magnitud de la crisis, describió una escena que observa diariamente en sus recorridas: “Antes caminabas en los barrios y veías montañitas de tierra, de arena, de escombros; había una obra en marcha, la ampliación de una casita o de una habitación. Hoy en los barrios eso está absolutamente parado”.



“Nosotros teníamos un sistema de reciclado domiciliario en los barrios. Lo llevaban adelante más de 50 familias que se habían puesto una cooperativa. Eso dejó de estar. Vemos que ya hay hambre en muchos barrios. El municipio redujo la ayuda alimentaria y social para las familias y desactivó los programas para promover el empleo”, denunció.

En ese contexto, puntualizó que la falta de políticas sociales se tradujo en un aumento del delito. Según datos de la Procuración General de la Nación de 2016, Morón encabeza el ranking de ciudades con mayor cantidad de secuestros extorsivos. Sin embargo, la gestión de Cambiemos subejecutó los recursos en materia de seguridad: sólo invirtió 66 millones de los 126 que estipulaba para el 2016 el presupuesto municipal.

El 13 de julio, el Concejo Deliberante aprobó la Emergencia Comercial y Productiva para atenuar los efectos de la crisis pero, tal como habían anticipado concejales macristas y funcionarios municipales, el intendente Ramiro Tagliaferro la vetó. “Eso confirma que no tiene la menor vocación de defender la fuente de laburo de los vecinos. El municipio es partícipe necesario de estas políticas de destrucción de la industria nacional y el aparato productivo local”, disparó el dirigente de Nuevo Encuentro.

Sabbatella consideró que Cristina “es la única” que puede frenar esas políticas porque “sintetiza un modelo de país inclusivo, que contempla al conjunto de los argentinos y no deja a millones de argentinos a la intemperie". Y agregó "Es quien mejor expresa a los vecinos y vecinas de carne y hueso que están atravesando momentos difíciles y que quieren recuperar los derechos que este Gobierno está empecinado en arrebatarle todos los días”.

Olea: “Todos tienen un amigo o un familiar que perdió el trabajo”
Moreno fue noticia en los últimos meses por la declaración de la Emergencia Social y Alimentaria y por el reclamo de asistencia financiera que el intendente Walter Festa llevó en persona al Ministerio de Economía. Con un déficit mensual de 40 millones de pesos, el municipio del oeste del Conurbano necesita 450 millones para pagar sueldos y garantizar el funcionamiento de la gestión comunal.

Como en otros distritos del Gran Buenos Aires, las medidas económicas de Cambiemos golpearon aún más a la economía local. “Es una constante por parte de los morenenses, y de los bonaerenses en general, el reclamo por el fuerte aumento de tarifas, por no poder llegar a fin de mes, por el desempleo y la inflación”, sintetizó Nadia Olea, subsecretaria de Cultura y primera precandidata de la lista de Unidad Ciudadana.

Cuando dialogamos con vecinos de nuestro distrito, sean de Moreno centro, de Trujui o de Cuartel V, todos coinciden en que un familiar, un amigo o directamente ellos mismos han perdido su fuente laboral. Y cuando las personas pierden el empleo, muchos otros temas quedan en segundo plano para ellos”, sentenció la candidata kirchnerista.

La semana pasada, Festa firmó un acuerdo con cadenas de supermercados para poner en marcha una canasta básica a precios accesibles. “El precio de los alimentos es cada vez mayor, al igual que las tarifas de servicios públicos. Esto pasa en Moreno y en gran parte de la provincia de Buenos Aires”, planteó Olea.



Las cifras de Moreno son alarmantes. El municipio tiene 4.900 trabajadores para atender las necesidades de 600 mil habitantes; es decir, 8,5 empleados por cada 1.000 habitantes, un promedio inferior al de otras comunas de la región. Desde Provincia ofrecieron como única solución echar a 3.000 empleados, que representan el 60 por ciento de la planta municipal. Festa advirtió que eso provocaría un “colapso” de la administración local. Pese a los reiterados pedidos de audiencia, ni María Eugenia Vidal ni Hernán Lacunza lo recibieron para buscar soluciones.

Moreno también tiene un déficit en materia sanitaria: más del 50 por ciento de la población no cuenta con otra cobertura que la que brinda el sector público. Hay sólo un hospital provincial que resulta “insuficiente” para cubrir las necesidades de la población. El suministro de agua corriente, el tendido de la red cloacal y el servicio de gas natural no llegan a cubrir el 50 por ciento de la demanda.

A todo esto se suma que desde que asumió Macri se cuadruplicaron los merenderos y se triplicaron los comedores en Moreno, de acuerdo a los datos brindados por el municipio. “Está claro que así no se puede seguir y que este camino que tomó el gobierno de Cambiemos es el que debemos cambiar. Esto es lo que reclama nuestro pueblo y es por eso por lo que estamos trabajando”, finalizó la precandidata local.

Menéndez: “Antes no dábamos alimento y ahora damos más de 10 mil bolsas”
Raúl Othacehé llevaba 24 años al frente de Merlo cuando Gustavo Menéndez le ganó la intendencia en 2015. “Agarramos un distrito donde, después de 24 años de un Gobierno totalitario, el 60 por ciento de la población no tiene ni gas ni cloacas”, enfatizó Karina Menéndez, secretaria de Desarrollo Social del municipio y primera precandidata de Unidad Ciudadana.

Los datos de Merlo, municipio de 650 mil habitantes de la Primera Sección, reflejan por sí solos la situación de crisis estructural: de 14.700 calles, 9.000 son de tierra. De las restantes 5.000 que están asfaltadas, el 50 por ciento están deterioradas. Cuando asumió el intendente Menéndez, la mitad del distrito se inundaba por falta de obras.

El complejo panorama social no dista mucho del de otros distritos del GBA. La proliferación de los comedores es una de las postales de esa crisis. “Yo no daba bolsas de alimento y ahora estamos dando arriba de 10.000. Cuando me vienen a pedir autorización para abrir un comedor me da mucha tristeza. Quiero que los pibes y los abuelos coman en sus casas, que el plato de comida se lo lleven la mamá y el papá con su trabajo”, dijo Menéndez.

Actualmente la gestión municipal ayuda a más de 100 comedores y merenderos a los que asisten unos 6.800 chicos. “Ahora se están sumando las mamás. Los papás son un poco más duros porque se sienten mal por tener que ir a pedir un plato de comida. Estamos armando viandas para que las mamás les lleven, para que no se queden sin comer. Uno se tiene que poner en los zapatos del otro. Si no podemos lograr eso, no estamos bien”, expresó la titular de Desarrollo e Integración Social.



El aumento del delito es otra de las preocupaciones de los ciudadanos de Merlo. “Hoy es complicado salir a la calle. Cuando asumimos, la Policía Bonaerense no tenía nafta, no había patrulleros y nos tuvimos que hacer cargo de arreglar las comisarías. No nos corresponde como municipio, pero no podemos mirar para el costado. Los distritos hacemos lo que podemos, pero se tiene que encargar la Provincia”, recalcó la candidata del kirchnerismo.

Menéndez se mostró confiada de cara a las elecciones y señaló que los vecinos apoyan a la gestión local por las políticas que impulsó desde su asunción, entre las que mencionó la cobertura brindada por los Centros de Desarrollo Infantil a 3.020 de los 5.000 chicos que se quedaron sin vacantes en los jardines de infantes y la construcción de dos hospitales con fondos propios, uno oftalmológico y otro odontológico.

La precandidata de Unidad Ciudadana vaticinó además que Cristina “va a tener un apoyo muy grande” en Merlo porque “la gente quiere comer y hoy las heladeras están vacías de verdad. Se trabajó muchísimos años para que todo el mundo tuviera su plato de comida y en menos de dos años se rompió todo. El pueblo nunca se equivoca cuando vota, pero los que asumen muchas veces sí”.

Molle: “Tenemos muchas persianas bajas”
San Fernando, distrito de 160 mil habitantes ubicado en la zona norte del Gran Buenos Aires, tiene las tasas más altas de la Provincia. Desde 2012, el crecimiento es exponencial. “Suben como mínimo dos veces por año”, precisó Matías Molle.

Según indicó el primer precandidato de la Lista 2, el Concejo Deliberante le dio al intendente Luis Andreotti una “potestad extraordinaria” para subir las tasas sin necesidad de contar con la autorización del cuerpo legislativo local. “Es una soga al cuello para los comerciantes”, graficó. Las intimaciones del municipio a los comerciantes ante la falta de pago se suman a la dura realidad económica que atraviesa todo el Conurbano y que tiene tres variables centrales: caída del consumo, la baja en las ventas y los aumentos en las tarifas de servicios públicos.

Molle citó el caso de una fábrica de helados que en 2016 pagaba 4.000 pesos de luz y que ahora recibe facturas por 25 mil pesos. “El impacto del tarifazo es tremendo, hay mucha diferencia. Pero también hay diferencia en términos de consumo, porque el helado es lo que viene al final y primero hay que garantizar el plato en la mesa. Bajó el consumo pero las tarifas subieron muchísimo”, advirtió.

En los dos centros comerciales a cielo abierto que tiene San Fernando empezaron a multiplicarse en los últimos meses los carteles con las leyendas “Cerramos” y “Se alquila”. “Los comerciantes dicen que parece que el municipio no quiere que el distrito crezca en términos productivos y comerciales, porque siempre pone una traba más. Si no llegás a pagar las tasas, te clausura el local. Tenemos que dejar una ventana abierta para que el comerciante pueda trabajar un tiempo y juntar la plata, porque si le cerrás el negocio, ¿cómo va a hacer para pagar?”, manifestó Molle.



El dirigente recordó que los concejales del bloque del Frente para la Victoria presentaron iniciativas para ayudar a los comerciantes, entre ellas una que buscaba congelar las tasas municipales. “Nos parece prioritario declarar una emergencia en ese sentido, pero el oficialismo tiene mayoría en el Concejo y por eso todavía no pudieron prosperar los proyectos”, dijo.

En cuanto a la situación social, contó que en las recorridas “la gente te para y te dice que perdió el trabajo y no salen changas” y que la gestión del Frente Renovador “sólo se dedicó a obras superficiales que podés mostrar rápido”, como embellecimiento de calles y espacios verdes. “Eso funcionaba cuando tenías un Gobierno que se ocupaba de los problemas de la gente; cuando había empleo, llegabas a fin de mes y no te quitaban los medicamentos”, opinó.

Otro de los puntos conflictivos en San Fernando está vinculado a la salud pública. Molle explicó que “el hospital provincial está muy deteriorado y faltan profesionales e insumos. Las salas de atención primaria, que son municipales, no dan abasto, aunque tampoco tienen mucho personal. A las cinco de la tarde es muy difícil encontrar una sala abierta y por eso mucha gente se termina cambiando el domicilio a otro distrito para poder atenderse”.

El ex candidato a intendente remarcó la importancia de impulsar políticas públicas para revertir esas crisis y afirmó que “el protagonista de esta historia no es uno, sino el vecino contando lo que le pasa. Es el ciudadano el que te marca la agenda, no un licenciado en marketing. Cristina lo sabe y por eso los hace participar de sus actos de campaña. Tiene sensibilidad para entender la época que atravesamos”.

Festucca: “Sorprende la cantidad de comedores que están abriendo”
El triunfo de Martiniano Molina en Quilmes, uno de los municipios más poblados de la Tercera Sección (aproximadamente 700 mil habitantes), fue una de las sorpresas de la elección de 2015. A más de un año y medio de gestión macrista, arrecian las críticas de la oposición por las falencias en los servicios municipales, principalmente en lo que se refiere a recolección de residuos y señalización de calles y zonas.

Unidad Ciudadana tiene cuatro listas en Quilmes. La 2 lleva como primer precandidato a concejal a Matías Festucca. “El municipio pudo hacer alguna que otra obra en la zona céntrica, pero la periferia está totalmente descuidada. En (San Francisco) Solano no se hicieron obras”, denunció el dirigente en diálogo con este medio.

Festucca y los referentes del espacio a nivel local coinciden en que una de las problemáticas centrales de Quilmes es, como en otros municipios del GBA, la crisis sanitaria. “La situación es crítica. En el (Hospital Julio) Méndez, en Bernal, tienen que pedir prestado alcohol porque no tienen. El vecino se acerca a un hospital público o a una salita y no le pueden brindar ningún tipo de asistencia. No hay pediatras. Si no te preocupás hoy por los pibes, no tenés políticas a futuro. Las familias no saben adónde llevarlos si levantan un poco de fiebre”, enumeró el referente de Unidad Ciudadana.

En Quilmes también aumentó el número de comedores. La semana pasada, en el marco de sus recorridas de campaña por el Conurbano, Cristina se reunió con más de 30 mujeres en el comedor y copa de leche “El Milagro del Monte” para escuchar sus reclamos. Allí asisten unos 220 chicos todos los días. “Ahora también vienen los padres. No tenemos alimentos porque el Gobierno no aporta nada; ni carne, ni pollo, ni salsa”, apuntaron las mujeres que gestionan el lugar.

“Nos sorprende la cantidad de comedores que están abriendo por la ausencia del Estado”, dijo Festucca. En algunos comedores infantiles se duplicó y en otros hasta se triplicó la cantidad de niños que asisten, advirtieron dirigentes del kirchnerismo local consultados por Política Argentina. Denunciaron además que la comida que envía el Gobierno bonaerense es “paupérrima” y que “la fruta y la verdura llegan en pésimas condiciones”.



Festucca precisó que las unidades que ya existían “se orientaban más a la contención de los chicos, para que pudieran realizar actividades culturales y de apoyo escolar. Ahora los padres no los llevan para que aprendan guitarra o matemática, sino para que puedan comer. Ahí es donde se ve el daño que producen las medidas económicas de este Gobierno”.

“La gente está estresada por lo que está viviendo, hay una preocupación inmensa. Los aumentos afectan la ganancia de los comerciantes, que tienen que hacer un recorte. Y el primer ajuste siempre es el empleado. Ahí es donde empieza la desocupación. Atrás de eso hay familias que tienen que darle de comer a los chicos”, alertó.

Ante esa situación, el bloque del Frente para la Victoria presentó un proyecto en el HCD para declarar la emergencia alimentaria. “Tanto la salud como la alimentación son temas sumamente delicados, porque de eso depende la vida de una persona. Trabajamos conjuntamente con los que tienen un compromiso social con los que menos tienen”, resaltó el precandidato local.

Festucca afirmó que “nuestro proyecto es colectivo” y destacó el apoyo de los vecinos de Quilmes a la propuesta de Unidad Ciudadana: “La gente se involucra mucho. En los barrios nos dicen que van a militar por Cristina porque es la única que puede parar las medidas económicas que nos llevan puestos a todos. Existe un compromiso, incluso en personas que no participan actualmente en política, para darle una mano. El termómetro es el ciudadano”.