31.10.2018 / Educación pública

La UBA vuelve a ocupar un lugar entre las 10 universidades más importantes de Latinoamérica

Un estudio de la consultora Quacquarelli Symonds ubicó a la Universidad de Buenos Aires en el octavo lugar entre las casas de estudio más prestigiosas del continente. A diferencia de lo que marcó un funcionario de Cambiemos, se pondera positivamente la cantidad de docentes por alumnos como "un indicador indirecto del compromiso de las instituciones con la enseñanza de alta calidad".



La Universidad de Buenos Aires continúa demostrando su prestigio académico a nivel mundial, ubicándose nuevamente en el top 10 de las principales casas de estudio de Latinoamérica. El estudio realizado por la consultora Quacquarelli Symonds coloca a la UBA en el octavo puesto.

El primer informe se realizó en el año 2014 y ubicó a la UBA en el puesto número 2019, al año siguiente avanzó al 11, en 2016 ingresó al top 10 en el noveno lugar para consolidarse en el octavo lugar. El primer lugar en esta edición lo mantuvo la Universidad Católica de Chile seguida de la Universidad de San Pablo.

Pero uno de los datos principales a tener en cuenta de este estudio son los criterios para dictaminar las posiciones. La reputación académica, la reputación de los profesores, la cantidad de docentes por alumnos, personal con doctorados, los trabajos de investigación y la cantidad de papers publicados por las facultades, entre otros.

Un punto que contrapone la visión y el discurso del Gobierno de Cambiemos es el incentivo del 10% que pondera en forma positiva a aquellas universidades que tienen una mayor cantidad de docentes por alumnos. "Un mayor número de docentes por alumno es un indicador indirecto del compromiso de las instituciones con la enseñanza de alta calidad", aseguran desde la consultora.



El twittero estrella del macrismo devenido en asesor del Ministerio de Educación por un salario que ronda los 100 mil pesos, Nicolás Pechersky, fue uno de los abanderados en la defenda del recorte y el ajuste sobre la universidad pública. Según su versión, el problema de la UBA era que tenía muchos docentes por alumnos lo que consideraba "un despilfarro".