17.12.2018 / Crisis económica

A pesar del plan Sandleris, el Riesgo País volvió a tocar su récord histórico de la era Macri

Ante la expectativa global por las reuniones en EEUU en que se definirá si suben las tasas de interés en ese país, las acciones argentinas se desplomaron y el riesgo país argentino medido por el JP Morgan subió 19 unidades o 2,5% en un día, con lo que tocó los 782 puntos básicos, nivel máximo que logró Cambiemos en septiembre.



A pesar del "plan Sandleris", en alusión al esquema de bandas cambiarias en torno al valor del dólar y del secado de plaza en pesos ejecutado a partir de la llegada de Guido Sandleris al Banco Central, el Riesgo País de la Argentina medido por el banco JP Morgan escaló 19 unidades o 2,5% hoy y tocó el récord histórico en tiempos de Cambiemos, cuando el 4 de septiembre este índice finalizó en 783 enteros.

Ante la expectativa global por las reuniones de la Reserva Federal de esta semana en EEUU en que se definirá si suben las tasas de interés en ese país, las acciones argentinas se desplomaron y el Riesgo País alcanzó los 782 puntos básicos, sólo uno menos que los niveles máximos desde que Macri es jefe de Estado.



En la Argentina, en el marco de un Gobierno que decidió volver al Fondo Monetario Internacional (FMI) para sostener el ajuste, achicar el Estado y pagar los compromisos de deuda cuando los inversores dejaron de prestarle al Ejecutivo de Cambiemos, los bonos soberanos también pierden valor y esa situación se refleja en un elevado nivel del riesgo país.

Para Macri, el número que elabora el JP Morgan es determinante, ya que se trata del índice que ponderan los inversores para volver a traer los fondos que evitarían la posibilidad de default y que, además, expone las desconfianza de estos respecto del Gobierno.

La salida de acciones norteamericanas es notable, pero mayor aún es para los activos de países emergentes, considerados más riesgosos, en un mundo que está encaminado a una desaceleración económica en 2019. La peor parte la lleva la Argentina, con un derrotero financiero difícil de explicar en el exterior: su moneda se depreció más de 50% en el año, y en promedio las acciones argentinas cayeron en la misma proporción medidas en dólares.