29.01.2019 / Cambiemos 2019

Tensión entre el PRO y la UCR ante la falta de definición por las candidaturas en distritos claves

El partido gobernante en la alianza electoral quiere una fórmula exclusivamente amarilla en Buenos Aires mientras los intendentes radicales reclaman mantener la vicegobernación. El enojo se incrementa por la falta de definición sobre las candidaturas en Córdoba y Santa Fe, sumado al amague de Casa Rosada de poner candidato propio a la gobernación por Mendoza.

por Leonardo García




La Unión Cívica Radical no quiere saber nada con perder lugares estratégicos dentro de Cambiemos, y si bien ratifica la coalición formada con el PRO la tensión aumenta en varios distritos particularmente en aquellos que tienen elecciones en la primera parte del año. Así los casos de Córdoba, Santa Fe, Mendoza y Buenos Aires empiezan a mostrar pequeñas fracturas.

Si bien en la provincia que comanda María Eugenia Vidal aún es una incógnita que sucederá con el calendario electoral, los intendentes radicales que garantizan la proyección de la mandataria en el interior de la provincia ya sacaron un comunicado exigiendo que se respete el lugar de la vicegobernación de cara al próximo periodo.

Es que la intención de la Casa Rosada es lanzar a su figura estrella acompañada por un dirigente de pleno orígen amarillo, esto generó un fuerte malestar ya que la UCR bonaerense considera clave mantener el lugar que hoy ocupa el correligionario Daniel Salvador. 

"Los intendentes radicales ya decidimos. Decidimos seguir trabajando por la Gobernadora y el Vice Gobernador de los Bonaerenses. Ellos son los dirigentes que encabezan nuestro proyecto político, y por ellos estamos orgullosos del rol que jugamos para este equipo en cada una de nuestras localidades", manifestaron en un comunicado que lleva la firma de 37 intendentes radicales de la PBA.



El mal clima entre el PRO y la UCR se repite en la provincia de Córdoba donde la interna entre el diputado nacional Mario Negri y el intendente de la capital Ramón Mestre no desisten de sus pretensiones electorales para unificar posiciones y fortalecer a Cambiemos en la provincia donde obtuvo mayor rendimiento electoral en 2015 y 2017. 

Según le comentaron a Política Argentina desde el entorno de Negri, el enojo pasa por la falta de definición de la Casa Rosada para ordenar las fórmulas y evitar una interna que disperse las fuerzas opositoras para intentar ganarle al peronismo. El jefe del interbloque Cambiemos hasta el próximo 10 de diciembre estará acompañado por Héctor Baldassi, mientras que Mestre tantea a la senadora Laura Rodríguez Machado como posible acompañante.

Si bien Marcos Peña había dado un ultimátum para alcanzar un acuerdo entre los aspirantes a la gobernación, responsabilizan que sin poder acordar el propio Gobierno nacional no ordene las filas para tener una candidatura competitiva. Así y todo, comentan por lo bajo que Peña ya le habría dado la bendición a Negri -mejor en las encuestas - pese a la insistencia de Mestre.



Por otro lado, y sin Miguel Ángel Del Sel en el medio, el Gobierno sabe que competirá en Santa Fe con un candidato radical. Allí está José Corral, el intendente de la capital provincial y hasta hace unas semanas único aspirante a la gobernación. Pero en los últimos días resurgió la figura de Federico Angelini, diputado provincial y presidente del PRO en la provincia, como potable candidato.

El entramado de una lista única que potencie las posibilidades del triunfo electoral ante el socialismo gobernante y la alternativa peronista parece diluirse y hasta el momento no se ve una resolución que evite la interna. Por el momento Corral mantiene un acuerdo con el diputado nacional PRO Lucas Incicco para que sea su compañero de fórmula como método de alineamiento interno.

Pero del otro lado, y según los rumores con el respaldo del propio Macri, Angelini alardea con el supuesto apoyo de la Casa Rosada, diputados provinciales, concejales e intendentes de la Provincia. En ese orden suma una adhesión clave, tiene un acuerdo con Julián Galdeano presidente de la UCR provincial, a quien podría conformar con un lugar en la fórmula y así imponerse sobre Corral en la interna.



Por último aparece la provincia de Mendoza, gobernada históricamente por el radicalismo y en esta ocasión por el propio presidente del partido a nivel nacional Alfredo Cornejo. La particularidad de la provincia cuyana es que no admite la reelección en el Ejecutivo y Cornejo deberá ceder su lugar a otro candidato.

Si bien naturalmente se especulaba con una transición tranquila donde el actual gobernador imponga a su delfín, desde la Casa Rosada amagan con la posibilidad de tener un candidato puramente PRO que le dispute internamente a la conducción radical. Ahí aparecían dos nombres apuntados por el gobernador: su ministro de Economía Martín Kerchner y el actual intendente de la capital Rodolfo Suárez.

Mauricio Macri se metió en la disputa por la gobernación ante el incesante reclamo del mandatario provincial que algunos señalaron como un hipotético presidenciable por la UCR en caso de que Cambiemos respete la interna que realizó en 2015. Así desde Balcarce 50 empezaron a tantear los números del intendente de Luján de Cuyo Omar de Marchi, un macrista de pura cepa.



Esto desató la furia de los radicales ya que consideran que la estrategia del Gobierno nacional puede perjudicar a los radicales en los distritos que ya gobiernan y en aquellos donde tienen aspiraciones concretas de obtener un triunfo. Ahí es donde más ruido se genera, muchos dirigentes apuntan a la cabeza de Rogelio Frigerio al acusarlo de acordar con el peronismo no kirchnerista de darles tranquilidad electoral si se sumaban al proyecto de presupuesto que fue aprobado al cierre del 2018.

De esta forma la puja entre el radicalismo y el PRO se evidencia en los principales distritos, donde Casa Rosada cree que es clave llevar candidatos puros pero los radicales se niegan a ceder el poco espacio que les dejó la alianza celebrada hace ya casi cuatro años en la recordada convención de Gualeguaychu.