26.03.2019 / Armado 2019

Cambiemos se queda sin su pata política con las salidas de Monzó y Massot

El jefe de la cámara de Diputados y el presidente del bloque PRO ya tienen nuevos objetivos después del 10 de diciembre y no renovarán sus bancas. Así el oficialismo pierde gran parte de su sustentación política, enfrentados con Marcos Peña y Durán Barba preservarán a su tropa dentro del refugio de María Eugenia Vidal.




El armado de la alianza Cambiemos y principalmente su arribo en la provincia de Buenos Aires puede entenderse a partir de la articulación que el vecinalista PRO hizo con los radicales -al igualu que a nivel nacional- y ciertos sectores provenientes de un peronismo ni kirchnerista pero con fuerte noción de la negociación política y la proyección territorial.

Ese peso propio que selló el triunfo de María Eugenia Vidal y varios intendentes que compitieron con la boleta blanca y amarilla en 2015 es en una enorme parte responsabilidad del trabajo realizado por Emilio Monzó, el exministro de asuntos agrarios de Daniel Scioli en su primer mandato. 

Monzó ya había anunciado hace un tiempo atrás su intención de no renovar el cargo al frente de Diputados, y hasta se barajó la posibilidad de ocupar una embajada. Reivindicando la función de la política, la rosca y los acuerdos, Monzó se convirtió en un personaje clave para el andamiaje político, ese que el propio Durán Barba desprecia a la hora de pensar estrategias de Gobierno.

Con una fuerte presencia en la apertura de sesiones de María Eugenia Vidal en la legislatura bonaerense, Monzó mostró su cortesía política con diputados y senadores oficialistas y opositores. El apoyo a la gobernadora en medio del escándalo por espionaje enfrió su relación con el Presidente Macri, no es poca cosa y sería recompensado con el salvataje al "monzonismo" con cargos en las listas.

Es que en las dos cámaras de la Provincia hay una buena cantidad de senadores y diputados que le responden a "Emilio" y se consideran "monzonistas". Lo mismo sucede a nivel nacional y con el secretario del Interior de la Nación Sebastián De Luca, quien podría animarse a ocupar el cargo al frente de la cámara baja. Dentro del esquema vidalista quien dio el visto bueno para contener a la tropa monzonista es Manuel Mosca. 



Pero el desguace del ala política no termina acá, Nicolás Massot también avisó que no renovará su cargo y si bien se especulaba con que ocuper un cargo político se alejará completamente de la actividad. Según informó el periodista Iván Schagrodsky, el presidente del bloque PRO ganó una beca en Yale y se va a mediados de agosto a estudiar a Estados Unidos por cuatro meses.

Lejos de la toma de decisiones al igual que su jefe político Emilio Monzó, Massot también está en retirada y el mismo destino podría seguir Rogelio Frigerio, el sobreviviente ministro del Interior que continúa en su cargo aunque también fue postergado de la mesa chica en la interna que Mauricio Macri decretó el triunfo del peñismo de Marcos, quien sobrevive a los embates de los propios, observado como el responsable del fracaso que pone en jaque la reelección.