Con un público que rondaba entre los 18 y 30 años, el candidato a presidente por Despertar tuvo su propia creamfields, su propio Loolapalooza, en su cierre de campaña 2019. En ella volvió a cargar contra políticos, sindicalistas y empresarios y celebró el haber llegado hasta las elecciones generales "a pesar de las miserias de propios y extraños".
"Argentina tiene un gran futuro. Vamos a ganar la presidencia en 2023, el futuro es liberal y ya llegó", arengó Espert a los seguidores que asistieron a la "Espert Fest" en Sitio Palermo, en Humboldt al 1400 de esta capital.
"En los debates pudimos decirles a los políticos chorros que vamos por ellos, a los sindicalistas delincuentes que la corten, a los empresarios prebendarios que dejen de cobrar todo más caro y a los piqueteros, que el que corte la calle va preso", sentenció Espert, entre vítores y aplausos.
Denunció que le vaciaron las candidaturas, que lo quisieron hacer bajar. “Pero acá estamos, muy felices y con muchas ganas de que llegue el domingo", afirmó Espert entre los aplausos del público.
Música electrónica, bolas de cristal, luces led y cervezas gratis animaron la previa del acto para dar un último apoyo al economista liberal que, tras largo tiempo expresando sus ideas en medios de comunicación, dio el salto a la política y ahora apela al “voto útil”.
En las PASO del 11 de agosto la fórmula Espert-Rosales obtuvo el 2,11% de los sufragios válidos y quedó como la sexta más votada, aunque con oportunidades de sumar diputados nacionales por la provincia de Santa Fe y la ciudad de Buenos Aires para "hacer una verdadera oposición", como repitió Espert en el tramo final de la campaña.