
Mientras la agenda periodística se posa momentáneamente en el escándalo del espionaje ilegal durante el gobierno de
Mauricio Macri y en la polémica entorno a la intervención y posible expropiación de la empresa Vicentín por su delicada situación financiera tras "préstamos" cruzados con la gestión Cambiemos,
el presidente Alberto Fernández hizo esta mañana una fuerte advertencia acerca de la velocidad de contagio del coronavirus en los últimos días y la posibilidad de que ese hecho lleve a un retroceso en la cuarentena.
El mandatario reconoció que la velocidad de contagio actualmente "es la más alta" desde que la pandemia llegó al país, y señaló:
“Por lo cual deberíamos estar en la fase 1, que es la cuarentena absoluta”.
No obstante, sugirió que eso no está decidido aún porque hay muchos sectores que tienen ansiedades legítimas y piden terminar con el confinamiento. “Eso multiplica el riesgo”, planteó el jefe de Estado en un reportaje concedido a Radio 10. Lo que quedó en claro y trascendió es que el Gobierno está pensando y evaluará en los próximos días qué ocurre con los contagios y, así, cómo seguirá el aislamiento.
“Piensen que la Ciudad de Buenos Aires tiene tantos casos como la provincia de Buenos Aires, con la diferencia que la provincia de Buenos Aires tiene el triple de habitantes. Eso es una pauta de lo que nos está pasando. Los porteños creemos que esto quedó circunscripto a los barrios más humildes y esto no es así. El 70% del virus está circulando por Caballito, por Palermo, por Recoleta”, agregó.
QUÉ ES LA FASE 1
Fernández anunció el 25 de abril -por cuarta vez- la extensión de la cuarentena por el avance del coronavirus en la Argentina. Actualmente transcurre la séptima prórroga. Aquel día, acompañó su mensaje grabado con un cuadro de las cinco etapas que el Ministerio de Salud de la Nación diseñó como plan para la administración de la pandemia.
El recorrido expuesto en aquella oportunidad iba desde el “aislamiento estricto” hasta la “nueva normalidad” con una progresiva reducción de las restricciones. Así fue evolucionando la apertura de actividades y flexibilizaciones hasta hoy. De hecho, la mayor parte del país está muy cerca del extremo de la liberación de la cuarentena.
La etapa de “aislamiento estricto”, que comenzó el 20 de marzo pasado con el objetivo principal de “planchar la curva” de contagios, fue la medidas más drástica desde el inicio de la pandemia y la más estricta: de acuerdo al cuadro que elaboró el Ministerio de Salud, la Fase 1 implicaba una circulación únicamente circunscrita a actividades esenciales y una movilidad de la población de hasta el 10%, siempre y cuando el tiempo de duplicación de casos se dé cada cinco días o menos.
La fase 1, entonces, primera etapa de aislamiento, implicó entonces el cierre de todos los comercios, con excepción de los comercios de cercanía, como supermercados, farmacias o ferreterías. El tránsito y la circulación quedó así únicamente restringido a los trabajadores de actividades esenciales, que recién con el avance a otras fases alcanzó de forma paulatina a otros sectores económicos.
DATOS CIENTÍFICOS Y MIRADAS DE ESPECIALISTAS
Tal como expusieron especialistas en redes y como informó esta mañana el Ministerio de Salud de la Nación,
la positividad está más alta que nunca: fue del 41,7% en CABA y del 25,1% en la provincia de Buenos Aires. Esto muestra que todo el AMBA está atravesando una situación compleja, a pesar de que medios como Clarín y La Nación grafican como más grave al panorama bonaerense y publican una perspectiva tranquila acerca del caso porteño.
"Seguramente hay más casos que no estamos detectando. Otro dato preocupante es que en la Provincia (no tenemos el de CABA), hay 47% de transmisión comunitaria y 26% de transmisión por contactos estrechos. En comparación, en Córdoba hay 2% de contagios comunitarios y 56% de contactos estrechos", explica
Rodrigo Quiroga, bioinformático de la Universidad Nacional de Córdoba e investigador del CONICET.
Según el matemático de la UBA,
Guillermo Durán, que habló con La Nación al igual que diversos especialistas, si bien se entiende la dificultad para la ejecución logística porque es muy compleja, "si no se avanza con una presión fuerte sobre el rastreo, esto se dispara".
"Por lo que se lee en las redes, hay gente que no se está aislando -subraya Durán-. Todo es entendible, pero la situación se puede descontrolar. Estamos un par de semanas atrás de Chile en el mismo camino. Tenemos que evitarlo", explicó.
En cuanto a los especialistas e infectólogos que asesoran al jefe de Estado, algunos consideran que el Presidente busca hacer un llamado a la responsabilidad individual, tras algunos hechos públicos preocupantes -como el fenómeno de los runners porteños o casos como el del baby shower en Necochea-, otros científicos que destacan la curva de la epidemia advierten que el aumento de los casos puede ser aún mayor de lo que se está dando a conocer.
En el caso de
Pedro Cahn, miembro del comité asesor de Presidencia y destacado especialista (demonizado por los anticuarentena), no se trata más que de volver sobre lo que siempre se dijo:
"Un pie en el acelerador y otro en el freno, en palabras de Ginés González García. Lo hicieron Córdoba , Necochea, Olavarría".
Por su parte,
Tomás Orduna, del Hospital Muñiz y también miembro del comité asesor, opinó que la cuestión "es muy dinámica", pero el país aun está "con margen".
"Los números de ayer por supuesto que golpean. Estos más de 1000 casos son infecciones adquiridas hace una semana, veremos cómo sigue. Yo creo que fue más un alerta y un llamado a la responsabilidad individual para que no tengamos que volver atrás", sostuvo el médico asesor presidencial.
Entre los investigadores la preocupación es creciente. El químico analítico de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA,
Roberto Etchenique, calcula que el número de reproducción (R, que indica a cuántas personas les transmite el virus un infectado) ronda en CABA, según el día en que se lo mida, 1,5. El dato es preocupante, porque significa que sin una intervención adecuada, el número de confirmados irá aumentando inexorablemente.