12.02.2021 / OpenLux

Gianfranco controló el negocio de los Parques Eólicos desde una guarida fiscal en el corazón de Europa mientras Macri era presidente

La investigación muestra que el hermano del presidente controló a través de la firma Lares Corporation SPF, una estructura de cinco empresas, armada para actuar en la industria de las energías renovables. ¿Por qué uso una firma radicada en Luxemburgo para invertir en Argentina sino era para evasión tributaria?





Una investigación del periodista Hugo Alconada Mon para el diario La Nación evidenció que mientras Mauricio Macri era presidente, su hermano Gianfranco manejaba el negocio de los Parques Eólicos a través de una sociedad radicada en Luxemburgo que controlaba cinco empresas en el negocio de las energías renovables.

La firma Lares Corporation SPF radicada en Luxemburgo, una guarida fiscal en el corazón de Europa, significó en ese negocio el último eslabón de una cadena de sociedades que cruzó el océano para instalarse en España y, luego, en Luxemburgo con el objetivo de invertir en proyectos locales de energías renovables. Resultó redituable: la intermediación entre la compra y la venta de seis parques eólicos generó ganancias por US$ 69,2 millones en 2017.

El beneficiario final de Lares Corporation es Gianfranco Macri, según los registros oficiales que revisó La Nación en alianza con el diario francés Le Monde y Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP) para el proyecto OpenLux. Aunque el negocio de los parques eólicos movió millones de dólares, los balances que Lares presentó en Luxemburgo dejan registros mínimos de esa inversión.

"Lares Corporation fue la empresa de Gianfranco Macri que encaró los negocios de energía renovable. Es una empresa que está declarada desde el primer momento ante la AFIP. Lares invirtió en los parques eólicos a través de Rainbow Finance, un fondo de inversión compartido en el que no sólo él invirtió", afirmaron desde Socma.

Lares fue usada para operar dinero de la inversión y de la venta de los parques eólicos, pero según el Grupo Socma, la tributación corrió por parte de las sociedades locales Sidsel SA, Sideli SA y Usir Argentina, tres firmas que forman parte de la estructura que termina en Luxemburgo. Estas empresas tributaron -aseguraron- tanto por la venta de los parques eólicos como por los dividendos recibidos.

Por esta operación, el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi investiga dos posibles delitos: negociaciones incompatibles con la función pública y defraudación a la administración pública. Gianfranco Macri está imputado, no así el expresidente.

¿Por qué el grupo de los Macri usó Luxemburgo para invertir en la Argentina? "No fue por una cuestión fiscal, sino por temas comerciales. La estructura de Lares nos daba flexibilidad para buscar financiamiento en el exterior y nos permitía salir del negocio en cualquier momento. Gianfranco Macri pidió que se tributara todo en la Argentina, pero quería evitar la burocracia y el papeleo", explicaron en la empresa. También sostuvieron que a través de esa estructura societaria controlada por Lares invirtieron "poco y nada" porque el dinero llegó desde inversores locales.

Los números de Lares nunca superaron los 30.000 euros que el accionista desembolsó como capital inicial de la compañía, según los balances que revisó LA NACION. La firma de papel fue constituida por el estudio Global Trust Services y constituyó su domicilio legal en la residencial calle Antoine Jans, la misma dirección del estudio especializado. Global Trust Services designó a tres de sus empleados como los directores de Lares.

Los balances de Lares, que funcionan como fotografías del estado contable de la sociedad al momento del cierre del ejercicio, dan cuenta de que la sociedad presentó pérdidas durante sus tres años en Luxemburgo, pero esos documentos no ofrecen todos los detalles para reconstruir su actividad en esos años. La inversión máxima declarada ante las autoridades de ese país alcanzó los 23.000 euros al cierre del ejercicio 2018, cuando los parques eólicos ya se habían vendido. La firma continúa activa; el último movimiento interno ocurrió el pasado 12 de diciembre, indican los documentos oficiales.

El negocio se cerró hace cuatro años, después de que la empresa española Isolux obtuvo la concesión de seis parques eólicos a través de licitaciones con el Estado. Las últimas dos licitaciones fueron ejecutadas por el gobierno de Mauricio Macri, que entregó esas áreas a Isolux en octubre de 2016 a pesar de que la empresa estaba en una preocupante situación financiera.

Isolux vendió después sus parques eólicos las sociedades Sidsel SA y Sideli SA, empresas vinculadas a la familia Macri, tal como reveló una investigación del diario Perfil. Estas dos empresas estaban bajo el mando de Usir Argentina SA, firma que reportaba a Usir International (España). Esta última, a su vez, era manejada por Rainbow Finance (Luxemburgo). Lares es el último eslabón de esa cadena.

Los Macri invirtieron U$S25 millones para la compra de los parques eólicos Loma Blanca I, II, III y IV y Miramar. En 2017 vendieron ese negocio por casi U$S95 millones a las compañías Goldwing y Genneia. Por esa operación, el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi investiga dos posibles delitos: negociaciones incompatibles con la función pública y defraudación a la administración pública. La hipótesis de la causa es que Isolux pudo haber funcionado como una pantalla para que Socma hiciera ese negocio, con complicidad de funcionarios públicos de ese momento, dijeron fuentes judiciales.

En el momento de invertir en los parques eólicos, Socma estaba compuesta por Gianfranco Macri, su hermano Mariano y los hijos del entonces presidente Macri, que vendieron en 2018 su participación accionaria en la compañía a Gianfranco Macri. Por eso, en los tribunales federales de Comodoro Py, Gianfranco se encuentra imputado en la causa sobre los parques eólicos; por el momento el exjefe de Estado no lo está.

La Justicia intenta reconstruir la estructura societaria que se utilizó para invertir en los parques eólicos a través de distintas medidas de prueba. El juez Martínez de Giorgi envió exhortos internacionales para conseguir más información sobre las sociedades, pero también intenta reconstruir la ruta que siguió el dinero invertido. La primera tarea quedó trabada por la falta de respuesta de los exhortos desde España, donde está registrada Usir Internacional SA, una escala previa a las sociedades en Luxemburgo, informaron fuentes judiciales. Sobre los fondos, el juez Martínez de Giorgi recibió antes de la pandemia información sobre una cuenta en Nueva York donde se movió dinero usado para la compra de los parques eólicos.

El juez también investiga un préstamo de US$5 millones realizado desde Usir Argentina en beneficio del hermano del expresidente. Las cuentas de Lares, en Luxemburgo, muestran una operatoria similar, aunque con números menores: la sociedad llegó a adelantar dinero a su accionista por US$20.000 a finales de 2017, el año en que se desprendieron de los parques, según consta en el balance.

Gianfranco Macri, quien se mudó a Uruguay cuando Mauricio Macri dejó la Casa Rosada, es investigado en otro expediente judicial por evasión impositiva y lavado de dinero junto con su hermano Mariano. La justicia en lo Penal Económico intenta determinar cuál es el dinero que Gianfranco Macri blanqueó en el último sinceramiento fiscal, un hecho que se concretó un mes después de la creación de Lares Corporation en Luxemburgo.

Mariano Macri relató en el libro El Hermano, del periodista Santiago O'Donnell, que su familia quería montar fundaciones en Luxemburgo para controlar de manera oculta su empresa Socma y no tener que responder por sus deudas. El menor de los Macri denunció a Gianfranco y a los hijos del expresidente ante la Justicia por haberse quedado con dinero de la herencia de su padre a través de una trama de sociedades offshore. La denuncia continúa en trámite.