El adolescente de 17 años de la sexta división del club Barracas Central, Lucas González, murió esta tarde tras ser baleado en la cabeza por un efectivo de la Policía de la Ciudad en el barrio porteño de Barracas.
Lo confirmó Emanuel, tío del joven, frente a las cámaras de C5N:
'Lucas acaba de fallecer, le pedimos que respeten la intimidad de la familia porque están destrozados, de ahora en más solo queremos justicia. Cuando ellos puedan hablaran de vuelta con ustedes como hablaron durante todo el día".
El tío de la víctima también expresó que no quieren "más a esta maldita policía" y que "vayan presos estos hijos de puta como tienen que ir porque ellos son los delincuentes", y añadió que
"lo que quisieron hacer fue ensuciar a cuatro nenes que venían de jugar a la pelota y terminó en esto, en la muerte de Lucas. Basta Argentina, esto se tiene que acabar".
Cerca de las 17.45, los padres del adolescente fueron convocados por las autoridades del Hospital El Cruce, donde estaba internado, y en ese momento les confirmaron que su hijo había fallecido como consecuencia de las lesiones que le provocaron los balazos.
“Es un caso de ´gatillo fácil´ porque no pueden sacar un arma y dispararles a unos pibes. Tiraron a matármelo. Esa gente (por los policías) no está capacitada para andar con un arma”, dijo Cintia en diálogo con Télam unas horas antes del fallecimiento de Lucas al mismo tiempo que señaló que les "plantaron" un arma de fuego para simular un enfrentamiento.
El hecho ocurrió ayer a las 9.30 cuando, en circunstancias que aún son materia de investigación judicial, el joven y tres amigos se movilizaban en un Volkswagen Suran azul y, al detenerse en un kiosco situado sobre la calle Luzuriaga, de Barracas, fueron interceptados por efectivos de civil de la Comisaría Vecinal 4C quienes, según su versión, creyeron que iban a cometer un robo.
La policía dijo que los jóvenes se negaron a ser identificados, embistieron con el vehículo a dos efectivos y tras una persecución a los tiros que se extendió hasta el cruce de Alvarado y Perdriel, el futbolista fue hallado herido de dos tiros en la cabeza en el asiento del acompañante, dos de sus amigos fueron detenidos y un tercero escapó, aunque más tarde se presentó en sede policial con su madre y quedó aprehendido.