La Aduana examina las importaciones de zona franca, tras conocer que se duplicaron en términos interanuales durante el primer trimestre. Sospechan que hay maniobras de triangulación y sobrefacturación frente a lo que endurecerán el monitoreo.
Los movimientos de importaciones realizados por Ezeiza con destino a Zona Franca pasaron de 360 millones de dólares en el primer semestre del 2021 a 700 millones de dólares en el mismo período del 2022. Por eso desde el organismo sospechan que hay empresas que simulan agregar valor a la mercadería de origen para luego exportarla aunque, en realidad, buscan acceder al Mercado Único Libre de Cambios y obtener beneficios impositivos. Además, hay registros de sobrefacturación para aprovechar la brecha cambiaria.
La investigación del organismo dirigido por Guillermo Mitchell comenzó tras una denuncia por la sobrefacturación de máquinas para minar criptomonedas. La operación -que fue denunciada el 23 de junio y está siendo investigada en el Juzgado Penal Económico Nº 2- consistía en importar aparatos desde China y facturarlos mediante una empresa extranjera con sede en La Florida, Estados Unidos, a un valor irregular y superior al del mercado.
Frente a ese caso,
la Aduana impidió el giro irregular de u$s 5 millones y luego decidió bloquear de manera preventiva todas las solicitudes de tránsito de importación del circuito Ezeiza-Zona Franca para analizar cada operación e iniciar fiscalizaciones sistémicas a todas las empresas que operaron con esta modalidad en el período en cuestión.
El trabajo preliminar es sobre 50 empresas que concentran el 37% de las operaciones, de diferentes rubros: tecnología, textiles, neumáticos y motociclistas.
La mayoría de las empresas realizaron una triangulación a las importaciones, es decir que los productos provenían de un país y su facturación se realizó en un tercer país antes de llegar a su destino.
Desde el organismo planean trabajar sobre 399 operadores de comercio exterior de menor tamaño pero que hicieron ingresos a zona franca en el año 2022 y que en el 2021 no exteriorizaron mercadería, las operaciones involucrarían empresas textiles, de electrónica y motos.
En este contexto, la Aduana profundizó los controles y
pidió trabajar de manera conjunta con el Banco Central y las áreas centrales de AFIP. Aunque aún se esperan medidas, podría instrumentarse la inclusión en el documento aduanero de marcas A, B Y C, similares a las que tienen hoy quienes tramitan en el Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI). Desde el Gobierno buscan garantizar que la mercadería se encuentre efectivamente ingresada en Zona Franca antes de que el Banco Central de la República Argentina autorice el giro de divisas.