
El presidente Alberto Fernández llamó por teléfono a la vicepresidenta Cristina Kirchner para solidarizarse tras el pedido por parte de los fiscales para que se condene a 12 años de prisión e inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos a la expresidenta en la causa Vialidad.
El Presidente y la Vicepresidenta quedaron en verse en el corto plazo. No pusieron fecha, solo acordaron volver a sentarse cara a cara. Hablaron cerca de diez minutos en una comunicación que empezó 18:30.
De esta manera, los Fernández volvieron a tener diálogo cuando se definió que el reemplazo de Martín Guzmán iba a ser Silvina Batakis en Economía. Esa misma semana cenaron en la quinta de Olivos y juntos acordaron luego el nuevo recambio de Gabinete que incorporó a Sergio Massa. El pasado 3 de junio había sido la última vez que se los vio juntos a ambos, en un acto público en Tecnópolis por los 100 años de la petrolera estatal YPF.
Durante la jornada del lunes el Frente de Todos se alineó casi en su totalidad a favor de Cristina Kirchner. Todos los sectores sosteniendo que la Vicepresidenta es una perseguida política y judicial, y advirtiendo que la querían proscribir. El Presidente le pidió a los funcionarios y dirigentes políticos más cercanos que respalden a la Vicepresidenta en las redes sociales y apuntó una línea argumental: no hay pruebas y es una persecución política. Ambas ideas quedaron expuestas en un comunicado que lleva el sello del gobierno nacional.
Cristina Kirchner está molesta con el alegato de Luciani y promete que hoy, a las 11, y a través de sus redes sociales, va a responder las acusaciones que se le hicieron.