El ataúd de José “Pepe” Mujica partió de la sede del Poder Ejecutivo por la mañana, escoltado por el presidente Yamandú Orsi y la senadora Lucía Topolansky. Miles de vecinos se congregaron en las veredas, agitando banderas del Frente Amplio y entonando cánticos que celebraban su legado.
La caravana hizo tres paradas significativas: el local del MLN-Tupamaros, donde rememoraron su militancia guerrillera; la Huella de Seregni, que recibió fuertes aplausos; y el Movimiento de Participación Popular, fundado por Mujica, en cuyo frente se leyó “Pepe no te fuiste, gracias viejo”.
Al llegar al Salón de los Pasos Perdidos del Parlamento, el féretro recibió honores de Estado y el ingreso de mandatarios extranjeros como Lula da Silva y Gustavo Petro. El velatorio público permanecerá abierto por 36 horas, permitiendo a ciudadanos de distintas edades acercarse a ofrecer sus condolencias.
Mujica falleció a los 89 años tras luchar contra un cáncer de esófago que se extendió al hígado. Su imagen de vida austera y su defensa de la solidaridad lo consagraron como un referente de la izquierda latinoamericana.