
El Gobierno anunció que la vacuna contra la fiebre amarilla dejará de aplicarse de manera gratuita en casi todo el país, a excepción de las provincias incluidas dentro de las consideradas zonas endémicas. "La salud pública debe proteger a quienes más lo necesitan, no ser un subsidio a quienes viajan al exterior", señaló el comunicado del Ministerio de Salud difundido este miércoles a través de las redes sociales.
"De esta manera, quienes viajen al exterior por turismo podrán vacunarse en los centros privados habilitados pagando por la misma", detalló la cartera liderada por Mario Lugones.
Según explicaron, esta medida busca garantizar "un uso responsable y eficiente de los recursos públicos", dándole prioridad a "las necesidades sanitarias reales de la población argentina". Luego de aclarar que existen recursos, explicaron que "se están orientando hacia una mejor atención a los pacientes, la mejora de las instalaciones y una remuneración más justa para el personal de salud".
Luego de realizado el anuncio, el ministro de salud bonaerense, Nicolás Kreplak, salió al cruce del Gobierno y afirmó que la medida tiene lógica ya que este "es un gobierno antivacunas". "Por las dudas: la vacunación es una acción de prevención social. En este caso si uno viaja a otro país y se contagia fiebre amarilla podría traerlo al nuestro territorio, y los mosquitos transmitirlo", advirtió a través de su cuenta en la red social X.
QUÉ ES LA FIEBRE AMARILLA
La fiebre amarilla es una enfermedad viral transmitida por mosquitos, grave y potencialmente mortal, pero prevenible mediante vacunación. Se caracteriza por fiebre, dolores musculares, dolor de cabeza, y en algunos casos, ictericia (piel y ojos amarillentos). La enfermedad puede progresar a formas más graves con complicaciones como hemorragias e insuficiencia hepática y renal.
PREVENCIÓN
La vacunación es la herramienta más eficaz para protegerse contra esta enfermedad. Además, otras medidas preventivas incluyen:
- Utilizar repelentes efectivos para reducir el riesgo de picaduras.
- Vestir ropa de mangas largas y colores claros, que dificultan el acceso de los mosquitos.
- Instalar mosquiteros en ventanas, cunas y coches de bebés, además de preferir hospedajes con aire acondicionado o ventiladores.
- Evitar la acumulación de agua en recipientes, eliminando posibles criaderos de mosquitos.