El sindicato de controladores confirmó que este martes la actividad se detendrá en dos turnos, de 7 a 10 y de 14 a 17. Durante esos lapsos quedarán suspendidos todos los despegues programados, salvo los vuelos sanitarios, humanitarios o de emergencia. “Expresamos nuestro rechazo y repudio a la intención de las autoridades de EANA y ANAC de endilgar responsabilidades a los trabajadores y trabajadoras que día a día sostenemos el sistema de navegación aérea”, señaló ATEPSA en un comunicado.
La protesta se suma a dos jornadas previas que ya alteraron los planes de más de 44.000 pasajeros en todo el país. De acuerdo a estimaciones de las aerolíneas, con las próximas fechas podrían verse afectados otros 60.000 usuarios, superando así los 100.000 en total. Aerolíneas Argentinas informó que solo este martes resultarán perjudicados más de 15.000 pasajeros, con 82 vuelos cancelados –todos de cabotaje– y 96 con modificaciones de horario.
La empresa de bandera advirtió además que la medida tendrá un efecto arrastre sobre toda la operación diaria, con atrasos y cancelaciones. “Dentro de una operación prevista de 295 vuelos, se verán afectados 178 servicios”, precisó en un comunicado, donde también estimó pérdidas económicas que ya rondan entre 1,5 y 2 millones de dólares. La compañía recomendó a los pasajeros revisar las notificaciones enviadas por correo o consultar canales digitales para confirmar reprogramaciones.
Desde la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) y la ANAC repudiaron la huelga al considerarla una afectación a un servicio esencial. La entidad aseguró haber ofrecido un aumento del 15% y acusó a la dirigencia sindical de priorizar intereses propios antes que los de sus representados. ATEPSA, en cambio, insiste en que los salarios actuales, de entre $800 mil y $1,5 millones, no compensan la carga laboral de una tarea “altamente estresante”.
El cronograma de paros se completará esta semana con nuevas interrupciones previstas para el jueves 28 de agosto de 13 a 16 y de 19 a 22, y el sábado 30 en los mismos horarios. Con este escenario, la tensión entre el gremio y las autoridades se mantiene sin una instancia de negociación abierta, mientras crecen las complicaciones para usuarios y empresas del sector aéreo.