Los hermanos Jonathan y Emmanuel Kovalivker están en el ojo de la tormenta por ser propietarios de la droguería Suizo Argentina, involucrada en el escándalo de presuntas coimas en la ANDIS. Tal como trascendió a través de La Nación, el vínculo de estos con el Gobierno consistió en contratos millonarios con el Estado y a la gestión de funcionarios que, según se informó, habrían actuado bajo sus recomendaciones.
Según la investigación del periodista Carlos Pagni, se trataría de “viejos actores en el sistema de droguerías, con mucho juego político y, aparentemente, con un modus operandi que rige hace mucho tiempo en materia de corrupción”. Pagni detalla que Daniel Garbellini, quien ingresó a la ANDIS por una supuesta imposición de “Lule” Menem, “en realidad lo habría puesto Jonathan Kovalivker”.
El alcance político de los Kovalivker también fue objeto de varias versiones. El periodista señaló que “su juego" habría consistido en financiar "muchos proyectos políticos en los últimos años. Entre ellos, el de Milei”. De hecho, hizo eco de una versión dentro del PRO que sugiere que Jonathan, el hermano prófugo, le habría aportado al Presidente “US$2.000.000 para la fiscalización durante el balotaje en contra de Sergio Massa”.
El historial de Suizo Argentina, según la investigación, muestra un crecimiento abrupto en los contratos con el Estado: de 3.900 millones de pesos en 2023 a 108.000 millones en 2024. "Esto demuestra que también hubo coimas en el gobierno de Alberto Fernández en materia de medicamentos para discapacitados”, y que el aumento de los contratos implicaría una relación directa entre corrupción y política fiscal, advirtió.
Además, se destacan vínculos con otros actores del sistema de salud. Uno de estos se dio con Santiago Viola, abogado con antecedentes en intervenciones sindicales y operaciones de inteligencia judicial, habría sido el gestor de Suizo Argentina en delegaciones del PAMI del interior. Viola, estaría "tan ligado a Karina Milei como Lule Menem” y su trayectoria previo en el sector refuerza la complejidad de las relaciones entre empresas, funcionarios y política.
El caso cobró visibilidad con las grabaciones que, según se informó, habría realizado Diego Spagnuolo, extitular de ANDIS, donde se relatan irregularidades dentro del organismo. Al acceder a la agencia el exfuncionario habría "recibido a Lule Menem” y, por tanto, desde ese momento se habría visto obligado a gestionar contrataciones siguiendo instrucciones de ciertos funcionarios, señalando un entramado de relaciones con los Kovalivker.
En este contexto, la Justicia investiga la cadena de vínculos entre los hermanos, funcionarios y empresas farmacéuticas, mientras crecen las dudas sobre la magnitud de los contratos y la distribución de los recursos. Lo que no se puede dejar de ver es un número importante de casos que denuncian presunta corrupción ya están a la vista de todos, en vísperas de las elecciones legislativas, un factor que derriba el relato libertario de Milei sobre la "transparencia" en el Gobierno.