La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, informó que el Gobierno firmaba en Washington un entendimiento con el FBI para articular con el Centro Nacional Antiterrorismo (CNA) y montar un “teléfono rojo” de intercambio inmediato de información. “Lo que buscamos es tener un teléfono rojo para que ante cualquier advertencia de ataque o algo que se esté planificando” se pueda prevenir, sostuvo la funcionaria durante su paso por el 61° Coloquio de IDEA en Mar del Plata.
Bullrich precisó que la secretaria de Seguridad, Alejandra Monteoliva, y el titular de la SIDE, Sergio Neiffert, viajaban a la capital estadounidense para sellar el acuerdo, que luego el Ejecutivo intentaba replicar con la Unión Europea. La ministra presentó la iniciativa como parte del esquema de “cooperación internacional” del CNA, organismo que el Gobierno creó recientemente para centralizar la relación con agencias externas.
El anuncio se inscribió en la agenda de alineamiento con Estados Unidos que la funcionaria volvió a reivindicar ante empresarios. Desde el oficialismo hablaron de “prevención” y “coordinación”, mientras persistían las dudas sobre los mecanismos de control democrático, la protección de datos y la subordinación a protocolos externos en materia sensible de inteligencia.
En el plano político, el desembarco de Seguridad en IDEA agregó un capítulo a la campaña: la ministra-candidata aprovechó el foro para marcar que la prioridad pasaba por profundizar lazos con Washington y exportar decisiones clave a mesas que se reunían fuera del país, en un momento en que las provincias y el Congreso reclamaban información y reglas claras sobre el alcance del CNA y su encuadre legal.