Santiago Caputo se reunió con Karina Milei para negociar su ingreso a la Jefatura de Gabinete, un enroque que en la Casa Rosada no terminaron de confirmar a la espera de los resultados del domingo. El asesor llegó con el aval de Washington: según trascendió, la administración de Donald Trump lo empujó para ocupar el cargo en lugar de Guillermo Francos, que en el último año mantuvo unas 50 reuniones con emisarios del gobierno chino.
De acuerdo a una nota de LPO, la ingeniería política se mezcló con la pulseada interna por el rumbo económico. Sturzenegger ya tenía el plan, pero empezó a fastidiar a Javier Milei, al punto de obligar a Francos a reconstruir su vínculo con el Presidente luego de una llamada subida de tono por declaraciones contra Caputo. El mandatario desafió al asesor “a firmar como cualquier funcionario” y el diálogo se cortó. Mortificado, el jefe de Gabinete buscó consejo en un empresario: “¿Qué hago, debería encararlo yo? ¿Cómo me manejo?”, preguntó. “Vos sos el jefe de gabinete, tenés que ir, encararlo y hablarlo”, le respondieron. Finalmente, Francos pudo acceder a la intimidad de Milei.
La vía de escape elegante para Francos —la Cancillería— se cerró este jueves con la designación de Pablo Quirno en lugar de Gerardo Werthein. El apuro presidencial, según reconstrucciones, apuntó a evitar una negociación con Mauricio Macri, que pretendía a Federico Pinedo. En paralelo, el nexo entre Francos y Caputo quedó roto y el propio asesor habló con legisladores sobre su desembarco. La reunión clave la tuvo con Karina, la figura que no puede enojar si quiere sobrevivir en el gabinete.