04.06.2015 / Logros y retrocesos en el frente sindical

Paritarias: qué pasó con el "tope" que imponía el Gobierno

Los aceiteros cerraron su paritaria con incrementos de 27,8%, mientras que los bancarios negocian un acuerdo de 28%, en sintonía con lo que habían cerrado los gremios oficialistas. Sin embargo, con adicionales, llegarían hasta 32% o 33%.




En las últimas semanas varios gremios cerraron sus paritarias por aumentos cercanos al 27%, el porcentaje que el Gobierno fijaba como tope. Sin embargo, cuando presentaron los aumentos, los dirigentes gremiales y medios opositores advirtieron que los acuerdos finales daban aumentos por encima del pedido del Gobierno, mientras que los sectores del sindicalismo alineados con el Gobierno habrían cerrado por porcentajes menores. ¿Cómo puede ser? ¿Es así?

Gremios oficialistas



La Unión Metalúrgica Obrera (UOM), la Unión de Obreros de la Construcción de la República Argentina (UOCRA), la Unión de Personal Civil de la Nación (UPCN), el Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontales (SUTERH) y los empleados de Comercio, conducidos por Antonio Caló, Gerardo Martínez, Andrés Rodríguez, Víctor Santamaría y Armando Cavalieri, cerraron acuerdos por:

UOM. 27,8% en dos tramos. El primero, de 17,8% en abril y, el segundo, de 10% a partir de julio, no acumulativo. Además, se elimina la categoría de operario, que desde julio quedará absorbida por la de “operario calificado”. Así, el básico de convenio alcanzará los $ 8.160, sin sumas fijas ni bonos.
UOCRA. 27,4% en dos cuotas: una de 17,4% en julio y otra de 10% (no acumulativa) en septiembre.
Comercio. 27% en dos tramos no acumulativos de 17% en julio y 10% en septiembre.
UPCN. 27,4%, en dos partes. La primera, de 17,4% en julio y la segunda, del 10% en septiembre.
SUTERH. 27%, también en dos tramos de 17% y 10%.
La lectura por aquél entonces fue que los sindicatos afines al oficialismo acataban sumisos el condicionamiento del Gobierno y aceptaban incrementos menores a los que habían pedido en un principio, por lo que ponían a sus trabajadores contra las cuerdas. Sin embargo, no se descarta que haya habido -o vaya a haber- asignaciones extraordinarias, bonos y otros adicionales que lleven el salario para los trabajadores de esos gremios a aumentos superiores.

Ahora bien, ¿qué sucedió en los gremios opositores?



Los sindicatos opositores o bien tardaron más en cerrar sus paritarias, o bien todavía no lo hicieron. Los que ya sellaron acuerdos, lo vienen haciendo en un porcentaje promedio del 27%.

Aceiteros, tras 26 días de conflicto, que incluyeron medidas de fuerza, acordaron un 27,8% con adicionales que llevan la suba salarial hasta el 36,2%.
Bancarios, después de un paro de 48 horas, selló un acuerdo del 28% que se compensará con adicionales que llevarán el aumento a un 33%.

En tanto, entre los que no hubo acuerdo:

Gastronómicos, el gremio liderado por el líder de la CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo, presentó formalmente una propuesta de un incremento salarial del 35% a pagarse en dos tramos (julio y septiembre), aunque todavía no fue aceptada.
Camioneros, encabezado por el líder de la CGT Azopardo, Hugo Moyano, realizó un paro para pedir un 35%.
SUTPA (Peajes), liderado por el Facundo Moyano, aseguró que confía en alcanzar "un acuerdo como los aceiteros, con adicionales que lleguen al 35/36%".
UTA, concluido el paro de colectivos de corta, media y larga distancia, intenta conciliar un número por encima del 30%.

¿Qué quiere decir esto?

Con una primera lectura puede interpretarse que los gremios más alejados del Gobierno consiguieron mejores porcentajes que los que no, como postularon tanto los dirigentes gremiales de aquellos gremios más combativos, como los medios de comunicación contrarios al Gobierno Nacional.

Sin embargo, lo cierto es que una segunda lectura revela que unos y otros hicieron acuerdos similares pero en aras de enviar un mensaje tanto al interior del mundo sindical (a otros gremios y a afiliados de sus propios sindicatos) como al exterior (al Gobierno Nacional, particularmente).

Los gremios opositores –como la Federación Aceitera y la Asociación Bancaria- presentaron como una victoria frente al Gobierno Nacional subas que supuestamente eran superiores al tope del Gobierno (dando cuenta de su "independencia del poder"), mientras que los sindicatos afines al oficialismo –UOCRA, UOM, UPCN, SUTERH, Comercio- tuvieron que presentar incrementos similares como menores, para dejar bien parado al Gobierno.