25.01.2017 / Negocios y negociados

Arribas, "el testaferro de oro" de Macri en los negociados de Boca que está en la mira de la Justicia

Se trata de una denuncia de 2005 radicada ante la Unidad de Información Financiera (UIF), en la que se apuntaban ciertas irregularidades en la venta de Carlos Tévez, entonces jugador del Boca que presidía Macri, al Corinthians de Brasil. Un repaso sobre el polémico papel de la empresa HAZ, propiedad del actual jefe de los espías.

por Leonardo Damián García




El fiscal Federico Delgado pidió la imputación del titular de la Agencia Federal de Inteligencia, Gustavo Arribas, en el marco de las declaraciones de un arrepentido empresario brasileño que lo acusó de recibir coimas en el escándalo de corrupción conocido como Lava Jato y vinculado a la empresa Obedretch. Pero, además, dispuso que se investigue los puntos oscuros de la venta de Carlos Tévez al Corinthians de Brasil en el año 2005, cuando Mauricio Macri era presidente de Boca Juniors y su amigo Arribas actuó como intermediario en la negociación.

El jugador nacido en Fuerte Apache había sido vendido en 19 millones de dólares, según había manifestado Macri en un primer momento, pero luego sinceró que el jugador había sido vendido en 16 millones de billetes norteamericanos. El comprador fue el equipo brasileño que en ese momento era manejado por la empresa Media Sport Investment (MSI) del polémico iraní Kia Joorabchian. 

El pago se hizo en una cuenta que el Royal Bank of Canada, Toronto, tiene en el banco JP Morgan Chase de Nueva York. El contrato señalaba que esa cuenta estaba vinculada al "RBC Dominion Securities INC". Este nombre corresponde a la empresa inversionista del Royal Bank of Canada. El entonces gerente financiero de Boca, Miguel Macci, dijo que pasó la cuenta corriente de ese banco canadiense al JP Morgan para "poder hacer todo tipo de operaciones". 

¿Pero quién hizo el pago? Un primer aporte provino de MSI, que tenía su sede en las islas Vírgenes, un paraíso fiscal. Y el segundo pago llegó "de una entidad financiera o empresa con un nombre extranjero". Por otro lado, Tévez cedió el 15 por ciento que le correspondía por el contrato colectivo de trabajo a Boca como "reconocimiento por las atenciones y capacitación" recibidas. 

En ese momento Mario Cafiero presentó una denuncia ante la UIF en compañía del entonces tesorero de Futbolistas Argentinos Agremiados Carlos Pandolfi, que venía denunciando que varios jugadores renunciaban a la potestad de cobrar el 15%, que nunca llegaba a Boca, para ganar un contrato en el exterior. 

En aquel contrato se dejó constancia de que todo pago extra como "las comisiones de intermediarios, sueldo de jugador, etcétera, serán abonados por H.A.Z. Football World Wide Limited", con sede legal en Gibraltar. La empresa llevaba las iniciales de sus dueños: la H de Fernando Hidalgo, ex socio de Gustavo Mascardi, la A de Gustavo Arribas, y la Z del reconocido representante israelí Pini Zahavi.

Hidalgo y Arribas fueron los intermediarios con derecho a cobrar una comisión, que generalmente es del 10 por ciento, pero nunca se estableció cuánto dinero ganaron los empresarios argentinos ya que en aquel momento Macri declaró que la misma debía ser abonada por MSI. 

También Roberto Digón amplió su denuncia ante la UIF sobre el rol de Arribas e Hidalgo en Boca desde el año 2001. Política Argentina se comunicó con Digón, quien comentó el accionar que tenía el actual "señor 5" y amplió un poco qué es lo que desea investigar el fiscal Delgado con su pedido. 

"Nunca pudimos sacar el rumbo de a dónde iba el dinero porque no había convenio con Suiza. Nunca progresó la denuncia, hablábamos con fiscales y jueces pero no progresaba. Hubo un fiscal que hizo varias averiguaciones pero nos dijo que no tenía ayuda de sus colegas, con lo cual todo fue quedando ahí y ya cuando Mauricio entró como jefe de la Ciudad menos todavía. Fue una denuncia que tuvo una repercusión enorme, fue tapa del diario Clarín del domingo y uno de los que investigó y le hizo una querella a Mauricio Macri fue Daniel Santoro, periodista de Clarín", explicó el exdirigente de Boca sobre la denuncia cajoneada en 2005.

El exvicepresidente xeneize agregó que después "cuando Inglaterra le dio cobertura a empresarios rusos como Abramovich (Roman, dueño del Chelsea y socio de MSI) y Boris Berezovsky que terminó suicidandose y culpando a Abramovich en una carta empezaron los negocios, ahí HAZ y otras empresas conquistaron a Fernando Hidalgo, que era la mano derecha de Gustavo Mascardi, y formaron la empresa sacándole a todos los jugadores de la Selección de aquel momento".

"En ese momento Arribas ya residía y tenía negocios en Brasil, hoy sigue siendo un representante de jugadores autorizado por la FIFA, podía haber renunciado para tener menos cuestionamientos en su cargo pero tampoco lo hace. Con Mauricio eran amigos íntimos, él tenía eso, siempre estaba muy rodeado de amigos personales que aparecían en el club. En el 2004 ya teníamos diferencias y sin ninguna oposición se modificaron los estatutos, se le sacó la firma a dirigentes elegidos por los socios y se la dieron al gerente general", expresó.

Pero aquí entra en escena un personaje particular de la política nacional, se trata del actual ministro de Modernización: "Ahí lo trae a Andrés Ibarra a Boca como gerente general quien era el que firmaba los cheques. Firmaba Mauricio, el gerente general o el vicepresidente primero, por la modificación en los estatutos. Lo trajeron después del correo en el 2005 y pasó a ser una persona importante porque era el que firmaba y controlaba todos los cheques. Cuando hicieron el pase de Tévez cambiaron todo esto para que el resto de los dirigentes no se enteraran de nada, pero todo comienza con cosas menores como el fondo común de inversión que es la primer situación que presenta Mauricio en el club. Cuando nos enteramos quiénes eran los inversores eran todos amigos de él".

Consultado sobre el destino del dinero, Digón indicó que "con ese dinero se buscaba evadir impuestos, poniéndolo en un paraíso fiscal. Me acuerdo que había cuentas en Estados Unidos además de Suiza. Boca tuvo cuentas oficiales pero no eran estas, en el 2002 cuando se produce el corralito a finales de 2001 resolvimos abrir cuentas en el exterior pero no tenían nada que ver con esto".

En cuanto a la plata del 15% que los jugadores rechazaban y se llevaban al exterior, el exdirigente aseguró que "nunca apareció, si hubieran vuelto a Boca tendrían que haber ingresado en algún balance". Por último remarcó en forma clara cual era el rol del actual jefe de los espías: "Como vulgarmente hablamos era el testaferro de Mauricio, fue un testaferro de oro porque es uno de los dos hombres con mayor declaración de bienes que tiene este Gobierno, así que no es una pavada. Colaboró con toda la organización así que ahora también se tenía que llevar su parte con esta designación que le dieron".

Empresarios con un pasado turbio, offshores en el exterior para quedarse dinero que le correspondían a los jugadores, evasión impositiva, un testaferro "de oro", así fue la gestión de Mauricio Macri al frente de Boca Juniors y así Arribas se convirtió en un empresario millonario a base del negocio del fútbol. Ahora será tiempo de que la Justicia argentina se ponga a investigar.